Por Leo Ricciardino
Cuando un gobernante empieza a hablar mal del Estado que conduce, hay que prestar atención. A diferencia del presidente Javier Milei que avisó en su campaña que era «enemigo del Estado» y que venía a «destruirlo desde adentro»; el gobernador Maximiliano Pullaro se impuso en las elecciones santafesinas sosteniendo todo lo contrario. Pero con el correr de los meses y por los recortes nacionales, el mandatario provincial empezó a dudar de la eficiencia de la Empresa Provincial de la Energía (nunca desmintió que la privatizaría si hubiese un oferente en serio), de los docentes y sus «faltazos», de los empleados públicos en general, del déficit de la Caja de Jubilaciones y ahora de la proveedora Aguas Santafesinas.
Pullaro de alguna manera también avisó cuando pidió «suspender» las convicciones ideológicas para dar el combate contra la violencia narco criminal y poner un rato en el freezer las ideas para avanzar contra algunos derechos en las cárceles y doblegar a los internos de alto perfil que seguían gerenciando el delito desde el encierro. Con esa primer batalla ganada se prepara para dar otras. «Orden en el Estado» es la premisa y a partir de allí se propone doblegar a trabajadores -y también a usuarios- como lo hizo por ahora con los violentos reos. Claro que son materias distintas porque una trae paz y la otra intensos dolores a los bolsillos de las familias.
Esta semana hubo un aviso para los santafesinos y santafesinas cuando recibieron las boletas de aguas triplicadas. Literalmente, los que habían pagado 8 mil pesos el bimestre anterior enfrentaron una nueva factura de 24 mil pesos o más. «Hasta Milei se hubiese puesto colorado», chicaneó en el recinto el diputado provincial del peronismo Miguel Rabbia cuando se debatía el proyecto oficialista que declaró hasta fin de año la emegercia para la empresa ASSA.
No en vano fue la primera ley especial de la actual gestión legislativa que no tuvo acompañamiento de ninguno de los bloques opositores. Es más, el interbloque justicialista fue muy crítico en sus rechazos al proyecto especialmente en los discursos de Lucila De Ponti, Marcos Corach, Rabbia y Verónica Porcelli Baró Graf. Tampoco faltaron críticas desde la izquierda a través de Carlos Del Frade (FAS) o de los bloques de derecha con posturas de Omar Paredes (Somos Vida) y Natalia Armas Belavi (Vida y Familia).
Es que la normativa le permite al Poder Ejecutivo «determinar el régimen tarifario del servicio público de agua potable, desagües y saneamiento en el ámbito de la concesión», fijando «valores, precios, cargos y componentes tarifarios en las distintas modalidades del servicio y categorías de usuarios, el régimen de subsidios, la aplicación de nuevas alternativas que tiendan a la cobertura de los costos de explotación y toda otra distinción o categorización que se considere justa, razonable y oportuna». Como avisó también el diputado Rabbia, este tarifazo del 450% llegará al «562% para las boletas de julio-agosto».
El argumento del oficialismo lo dio en la Cámara el ex intendente de Avellaneda y defensor de Vicentin, el diputado provincial Dionisio Scarpín. «No podemos dudar que ASSA está en emergencia a la hora de prestar servicios y de intentar llegar a toda la población», afirmó y recordó que la concesión solo está en quince ciudades de la provincia y recibe millonarios subsidios del Estado provincial. El mismo cuento que para la Caja de Jubilaciones: «¿Cómo puede ser que un kioskero de Rosario sostenga con sus impuestos el sistema jubilatorio de los agentes públicos santafesinos?».
Mientras en el Congreso de la Nación los diputados socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón votaban contra la Ley Bases que acompañaron con fervor radicales y macristas; casi a la misma hora en el parlamento santafesino los diputados provinciales del PS argumentaban a favor de los aumentos descontrolados del agua. «El agua es un derecho humano, debe tener un valor para que haya un consumo razonable. Hoy la tarifa está distorsionada y paga lo mismo una casa con dos habitaciones con alguien que tiene una pileta y usa agua corriente para llenarla», exageró Pablo Farías y por supuesto defendió a la gestión en la que fue ministro de Gobierno señalando que hasta el 2019, la tarifa cubría el 70% del funcionamiento de ASSA y en 2023 menos del 25%.
Son 49 los municipios y comunas que le deben a ASSA unos 144 millones de pesos. Y como el rumor era que le iban a descontar estos montos, el propio Farías intentó tranquilizar asegurando que la idea del gobierno no era desfinanciar a los municipios. Absolutamente nadie se quedó tranquilo.
El gobernador Pullaro mostró esta semana que maneja este clima de época como pocos y sabe tener un pie en ambas orillas. Después de darle el sí para la Ley Bases al Jefe de Gabinete Guillermo Francos -al que le sacó dos o tres obras más de las 190 que abandonó la nación en Santa Fe-, fue anfitrión de la reunión de la Región Centro en la que junto con Martín Llaryora de Córdoba y Rogelio Frigerio de Entre Ríos; hicieron un «airado» reclamo a Milei por la deuda de los fondos para cubrir los déficits de las cajas provinciales no transferidas.
Después de reunirse con el jefe del bloque de Diputados de la Unión Cívica Radical, Rodrigo De Loredo (a quien se le rieron en la cara cuando ensayó una pretendida pose de «opositor» en el recinto); se mostró con el senador Martín Lousteau que criticó con fuerza a la Ley Bases en el Senado y es un verdadero opositor a Milei aparte de ser el titular del Comité Nacional de la UCR. Se encontraron en Santa Fe donde se desarrolló una cumbre de organizaciones radicales. En su discurso Pullaro dijo: «Creo en las ideas que representamos y, como militantes, estamos convencidos de que nuestro desafío es que nuestro partido construya poder para llevar a cabo la transformación y para eso es fundamental el poder del partido. Acá (por Santa Fe) gobierna la UCR, que tomó la decisión de marchar en unidad y con una coalición para transformar la realidad”.
Varios medios nacionales citaron este mensaje pero también advirtieron que voceros de Pullaro se apuraron a señalar que su presencia en el acto respondió a motivos partidarios y no implicó un gesto de hostilidad hacia el Presidente. «¿Qué es lo hostil en pretender que el partido político en el que militás hace 30 años sea gobierno en el país?», posteó en su cuenta de X el secretario general de la Gobernación y hombre de máxima confianza de Pullaro, Juan Cruz de Cándido.
Todavía no es negocio pelearse con Milei porque Pullaro sabe la cantidad de votos que recibió el presidente en esta provincia. Por más que los supermercados registren la quinta caída consecutiva en sus ventas. Por más que Acindar haya vuelto a parar su planta en Villa Constitución por la suspensión de la obra pública. Donde las pymes están al borde del cierre. Como la única fábrica de asientos de bicicletas del país, en Carrizales que después de 50 años de funcionamiento su dueño debe vender todo para pagarle una indemnización a los empleados. En un pueblo de 1200 habitantes, a 65 kilómetros de Rosario, donde no hay otras oportunidades laborales.
Publicado en Página 12