Este martes se celebran las elecciones en Estados Unidos y el mundo mira con atención lo que pueda pasar en siete estados claves o «bisagras» para ver quién será el próximo presidente norteamericano, si el republicano Donald Trump o la demócrata, Kamala Harris. Entonces, cómo funciona el sistema electoral americano.
En estas elecciones, más allá de que los ciudadanos estadounidenses elijan a presidente y vicepresidente, también deberán renovar la totalidad de la cámara de representantes y un tercio del senado. El presidente y su vice son electos mediante el voto indirecto, a través del Colegio Electoral, que otorga una cantidad de electores basados en la población.
El Colegio Electoral tiene 538 compromisarios y, para ganar, Trump o Harris necesitan al menos una mayoría de 270. En caso de empatar o no llegar a los 270 electores las elecciones las definen en la cámara de representantes y el senado al vicepresidente.
Un punto importante es que en 48 de los 50 estados se aplica un sistema de todo o nada, es decir, que un voto marca la diferencia de si los electores van para un lado o del otro. Salvo en Maine y Nebraska que tienen un sistema proporcional.
Bajo este panorama y sabiendo que la mayoría de los estados ya se sabe si se decantarán por Harris o Trump, el eje de las elecciones pasa por la definición de siete estados clave, donde las encuestas también reflejan una carrera muy ajustada: Georgia, Carolina del Norte, Míchigan, Wisconsin, Pensilvania, Arizona y Nevada.
Georgia: 16 electores
Carolina del Norte: 16 electores
Míchigan: 15 electores
Wisconsin: 10 electores
Pensilvania: 19 electores
Arizona: 11 electores
Nevada: 6 electores
Esto suma un total de 93 electores de esos siete estados.
Por el momento, 80 millones de estadounidenses ya ejercieron su derecho al voto por adelantado, tanto en las urnas como por correo, según el recuento de la Universidad de Florida, referencia en este aspecto.
Además del presidente, los norteamericanos elegirán hoy a los 435 miembros de la Cámara de Representantes y a un tercio del Senado.
También votarán por varios gobernadores y numerosos alcaldes, además de legislativos estatales, y decidirán sobre iniciativas ciudadanas, incluidas propuestas para proteger el aborto o endurecer las restricciones sobre ese derecho en diez estados.