En una sesión de casi cinco horas, donde solo hubo acusaciones cruzadas, se propuso llamar al ex vocero del Ejército Israelí, Alejandro Melinkovski como testigo. Y, si bien las reuniones han adoptado una dinámica de trabajo, todo indica que para el 15 de diciembre, día en que se entrega el informe final, todavía va a haber muchas preguntas y pocas respuestas.
Por Belisario Sangiorgio
Se llevó adelante la sesión número catorce de la Comisión Investigadora en la Legislatura de Buenos Aires. Se esperaba la presencia de testigos pertenecientes a la Policía Federal que nunca llegaron. Los que si se hicieron presentes fueron Alejandro Salomón, Gustavo Mousa, Hamid Bid de la Federación de Entidades Árabes del conurbano bonaerense y de Capital Federal. Expusieron, por segunda vez en estas sesiones, su desacuerdo e indignación por el nombramiento de Alejandro Melinkovski como vocero de la Policía Metropolitana.
“Para designar a ese hombre pidieron asesoramiento a personas con las que nosotros estamos intelectualmente muy enfrentados. Fueron actores directos y responsables de muchas muertes en la Franja de Gaza. Melinkovski, fue vocero del Ejército Israelí para toda la prensa de habla hispana. Lo dijeron los medios nacionales e internacionales, no es un invento mío”, aseguró Salomón.
Allí hubo un fuerte cruce con el legislador macrista, Cristian Ritondo, quién volvió a sentarse en la Comisión después de una semana de ausencia. “Les pediría, por la acusación que hacen aquí, que expliquen cuál o cuáles fuentes les indicaron a ustedes que el señor fue vocero del ejército, en esa operación y que estaba en Israel”, dijo.
Salomón respondió: “Le digo que mi fuente es la prensa internacional, que publicó los dichos de Melinkovski”.
Con esas palabras se fue el único momento, de todos los testimonios que aportaron los testigos árabes, al que se le puede llamar fructífero. Porque, si bien es real que hay países extranjeros con una fuerte injerencia en nuestra nación y es necesario denunciarlo, la sesión naufragó en una discusión ideológica, que poco tenía que ver con las escuchas telefónicas. El PRO necesita correr el eje que plantea la Federación de Entidades Árabes. ¿Cómo lo hace? Busca a los testigos, los agita y los zamarrea, desde el discurso, para inducirlos a dialogar, por ejemplo, sobre pequeñas diferencias sectarias en Medio Oriente. El cruce lo cerró el diputado Parrilli (MST): “Ser vocero de las SS antes o después de Auschwitz es irrelevante. Lo que pido es que no sometamos a los testigos al fuego cruzado que se desencadena entre los bloques por nuestras, diferentes, valoraciones políticas e ideológicas. Valoraciones a las que les corresponde su lugar en el informe del 15 de diciembre”.
Los siguientes dos testigos en ingresar al Salón Montevideo fueron los responsables de asuntos legales de las empresas Telefónica y Telecom, Agustín Pinedo y Carlos Zubiaur, respectivamente. Ambos explicaron cómo es la mecánica de intervención de teléfonos, cómo las antenas y los registros de las empresas pueden funcionar como pruebas documentales, siempre y cuando lo requiera la Secretaría de Inteligencia del Estado. Cabe agregar, que también es la SIDE la que se mueve, sola y con soltura, en el marco legal de los pinchazos y los operativos de escuchas. Las empresas, simples intermediarias, muchas veces ni siquiera tienen acceso a las órdenes judiciales.
En diálogo con La Noticia Web, el diputado Raúl Fernández (Encuentro Progresista) aseguró: “Creo que ningún testimonio del día de hoy, más allá de que los testigos han concurrido, fue muy provechoso para la investigación. No hubo ningún aporte sustancial de las personas que asistieron. Si, en cambio, cuando vino el primer miembro de la colectividad árabe. Hoy, plantearon y rectificaron los mismos conceptos que el martes pasado. La verdad que los dos de Telefónica y Telecom, citados por el PRO, tampoco han aportado nada. Ni siquiera los miembros del partido saben por que convocaron a los responsables legales de las empresas”.