La organización conducida por Fernando Navarro y Emilio Pérsico compite con La Cámpora y los piqueteros de izquierda por el control de la calle. Entre el respaldo al Presidente y los pedidos de políticas sociales.
En épocas en las que el oficialismo batalla con sus propias internas, el presidente Alberto Fernández busca mostrar tropa propia. Si bien no forma parte del “albertismo” propiamente dicho, el Movimiento Evita actúa como contrapeso a la presión que sufre desde el kirchnerismo duro y La Cámpora.
El Evita, que lideran Fernando Navarro y Emilio Pérsico, exhibió su poder de convocatoria en la calle dos veces en tres semanas. El 1 de marzo fueron los únicos, junto a dos o tres intendentes, que movilizaron al Congreso. Y el jueves 24, a la misma hora en que Máximo Kirchner hablaba en la esquina de Santa Fe y 9 de Julio marcharon desde el extremo contrario de la ancha avenida junto a Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa.
La tensión entre el Evita y la organización K es constante, tanto debajo del ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, donde compiten desde distintos cargos, hasta a la luz pública por rumores sobre la responsabilidad por los piedrazos al Senado. Hubo incluso una discusión a la vista de todos entre la senadora Juliana Di Tullio y el Chino Navarro en el marco del debate porla ley de refinanciación de la deuda con el FMI al que el funcionario asistió en calidad de Secretario de Relaciones Parlamentarias.
El Evita salió también a respaldar al ministro de Economía, Martín Guzmán, amigo de Martín Navarro, director de la agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional dependiente de Cancillería, hijo del Chino Navarro e integrante del albertista Grupo Callao. Fue él quien hace varios años ofició de celestino en la presentación de Guzmán a Fernández.
Este martes el Presidente los puso en la vidriera. El único discurso de los que le precedieron que citó Alberto Fernández fue el del Chino Navarro que mantiene muy buenas relaciones con Gustavo Béliz, titular del Consejo Económico y Social.
Los dirigentes presentes por el Evita se fueron contentos por el impulso y reconocimiento a la economía popular que hizo el Presidente y por su crítica a la teoría del derrame.
También piden créditos no bancarios e incorporar a los trabajadores de la economía popular al compre estatal. Para ejercer más presión, sumaron a los tres diputados del Patria Grande y a cambio acompañan su reclamo al pronto tratamiento de la Ley de Envases.