Por Ariel Kocik
Antes del triunfo del metalúrgico Francisco “barba” Gutiérrez sobre el ex intendente Julio Villordo, ocurrió en la misma ciudad otra victoria tal vez inesperada, de un grupo político emergente sobre una pata del peronismo tradicional en las facultades.
La agrupación “El Túnel”, entonces de un año de vida en la Universidad Nacional de Quilmes, se impuso en las elecciones de centro estudiantil de 2006 sobre los justicialistas que lo habían conducido durante casi 10 años, señalados como cercanos a figuras de la política local.
Los ganadores hablaron del fin de la vigencia de un sistema tildado de “clientelista”, y el triunfo de una propuesta “progresista”, con ideas como convertir el centro de estudiantes en “herramienta de lucha” participativa.
El Túnel nació en las aulas de la universidad, aunque intenta oír intereses de grupos como los movimientos sociales, ya que se presenta como de izquierda y atento a las demandas del campo popular, si bien independiente.
En el 2007 la misma agrupación volvió a ganar las elecciones por un margen aún mayor, y pese a que los dos grupos peronistas de la UNQ –Alianza Universitaria y Estudiantes Unidos, antes adversarios– se juntaron para derrotarla.
La conducción del centro de Ciencias Sociales es compartida con otro grupo, conocido como CEPA (Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista).
Rocío Ballón, presidenta del Túnel, dice que la gestión anterior había dejado el bar del centro de estudiantes sucio y con roturas, además de deudas sin saldar con proveedores y con antiguos pasantes. Y que desde entonces realizaron una “reconstrucción” del lugar que incluyó el cambio de muebles, una reinstalación eléctrica, pintura y mejoras en la cocina. “Fue como empezar de cero”, asegura Rocío: al principio trabajaban en el bar y en el fotocopiado los militantes (ad honorem), al no saber cuánto podrían pagarle a nuevos trabajadores, por falta de acceso a las viejas cuentas del centro, o desconfianza de los balances presentados.
Mayor transparencia, participación y debate, serían algunos ejes para el nuevo centro. Explica Ballón que intentan generar un ámbito de inquietudes y demandas, relacionadas con impulsar cambios en los planes de estudio de las carreras, en el ingreso (que es eliminatorio), en el esquema de poder universitario, en los reparto de becas o trabajos y para vincular a la facultad con problemas sociales. También tratan de brindar un espacio “cultural y recreativo”, con actividades como recitales con bandas de la zona.