
Organizaciones e investigadores del Conicet señalan que hay un subregristro. Migliore reconoció que el censo, se hizo en una sola noche.
La ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, María Migliore, informó el miércoles pasado que hay aproximadamente 2500 personas en situación de calle en la Ciudad, de las cuales 1500 duermen en paradores y 1000 están a la intemperie.
La cifra se desprende de un informe preliminar del censo anual de personas en situación de calle que el Ministerio realizó si bien la metodología fue cuestionada por las organizaciones sociales que desde hace años denuncian que el gobierno porteño subregistrar.
Pese a la pandemia y sus evidentes consecuencias económicas, el número informado de personas en calle efectiva es inferior al que registró el propio gobierno hace dos años, cuando recabó un total de 1146 personas sin contar la cifra de los paradores. En 2019, el censo popular de las organizaciones sociales arrojó una cifra de 7251 personas, 5412 sin acceso a paradores.
Si se toma el aproximado de 2500 personas, el aumento con respecto a 2019 es considerable. Sin embargo, investigadores del Conicet advierten que «no se pueden comparar esos 2500 con los 1146 que dieron como cifra oficial en 2019, cuando solo contaron a quienes estaban en el espacio público». Según confirman desde el Ministerio, el informe definitivo será publicado por la Dirección de Estadística y Censos en las próximas semanas.
El censo oficial fue realizado durante la noche del último 11 de mayo por «300 personas en 74 móviles que recorrieron todo el territorio», según se informó. Entonces, las organizaciones sociales, que en un principio fueron llamadas para participar del censo, volvieron a denunciar que la metodología utilizada por el Gobierno porteño llevaría a un subregistro.
«Las personas en situación de calle son una población oculta, hay que ir a buscarlas. El censo popular hizo un barrido de la ciudad caminando, con más de 400 recorridos y barrios divididos en cuadrículas. En lugar de tener 74 recorridos en una noche, había 400 en varios días, con gente que además conoce a las personas que va a censar», indican en el Conicet. Por la mañana del miércoles, además de confirmar la cifra aproximada, la ministra afirmó en declaraciones radiales que el censo se llevó a cabo en una sola noche porque su objetivo es trazar un panorama de «la cantidad de gente que no tiene techo para planificar mejor nuestras políticas».
«Fue un llamado del gobierno y lo recibimos bien, fuimos con ganas de debatir pero nunca hubo una intención genuina de ellos de llegar a puntos de encuentros», señalan los investigadores del instituto científico. «Mientras estábamos en conversaciones, el gobierno puso una fecha unilateral, una semana antes de hacer el censo. Rompió cualquier tipo de acuerdo».