La exgobernadora definirá en marzo próximo cuál será su rol dentro de la coalición opositora, teniendo en cuenta que el 2021, es clave para las elecciones ejecutivas.
La exgobernadora María Eugenia Vidal, continúa sin definir su futuro. Mientras en su entorno repiten constantemente que todavía es demasiado pronto para hablar de candidaturas.
Sin embargo, sus alfiles ya caminan el territorio. En ese marco se lo vio a Cristian Ritondo y a Alex Campbell la semana pasada en la toma de Guernica.
Mientras a nivel nacional la reaparición de Mauricio Macri trajo cola dentro de la coalición de Juntos por el Cambio, en la provincia ya hay distintos alfiles moviéndose. Por un lado Ritondo, por otro, Diego Santilli quien no tiene reelección en la Ciudad.
En el PRO bonaerense deslizan que el “Colorado” ya armó un equipo de prensa para dialogar con medios locales, y comenzó a realizar algunos sondeos de opinión pública.
En ese marco, emerge el Grupo Dorrego, una serie de intendentes del PRO que tiene en Jorge Macri su cabeza más visible y que ha expresado en más e una ocasión su vocación de ser gobernador.
En la previa de toda elección, todas las tribus se suben el precio para negociar finalmente en mejores condiciones.
Más allá de la danza de nombres, cerca de Vidal confían en que si la exgobernadora decide competir a nivel bonaerense el armado en la provincia se vertebrará de arriba hacia abajo. Incluso, su exadversario, Emilio Monzó fumó la pipa de la paz con Vidal.
Sin embargo, no sería extraño que la exvicejefa de Macri subordine su estrategia a la de Horacio rodríguez Larreta. “Siempre estuvo cerca de Horacio”, explican en su entorno. Por lo tanto no sería extraño que finalmente, Vidal retorne a la Ciudad, como un modo a su vez de bloquear la llegada a la jefatura de Gobierno porteño, de Martín Lousteau.
Por ahora, Vidal deshoja la margarita y su futuro será definido no antes de marzo próximo.