Fueron varios años y en San Isidro se habían acostumbrado a la presencia de los hombres de Gendarmería. Pero, según dicen en el municipio, de un día para el otro el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Nación decidió levantar la vigilancia que cumplían en la villa La Cava de San Isidro desde abril de 2006.

La decisión causó malestar entre los vecinos de la zona y en el intendente Gustavo Posse. Por eso, el municipio presentó un recurso de amparo ante la justicia federal de San Martín para que esa fuerza vuelva a brindar seguridad en la villa y los barrios que la rodean.

El recurso fue presentado el martes en el Juzgado Federal Civil y Comercial N° 1 de San Martín porque el municipio consideró que la medida es inconstitucional.

"Tratamos de hacer gestiones para que el Ministerio cambiara su posición pero no tuvimos respuestas", dijo el intendente Gustavo Posse.

Fuentes del Gobierno Nacional explicaron que el retiro de esa fuerza de la villa La Cava se debe a un reasignamiento de los gendarmes, para reforzar la seguridad en los trenes, principalmente el ex ferrocarril Roca. "Es un reemplazo natural de hombres de Gendarmería que estaban en el marco de un esquema de emergencia, por policías bonaerenses coordinado por la provincia", agregó un vocero del Ministerio de Justicia.

"Cuando Gendarmería empezó a patrullar la zona de La Cava en 2006 nosotros hicimos un gran esfuerzo también y le construimos una base (con una oficina y camas) para que pudieran operar mejor. Y ahora hasta propusimos pagar las horas extras de los gendarmes", contó ayer Posse. "Yo me pregunto por qué decidieron sacar a la Gendarmería de La Cava y no de Fuerte Apache", agregó el intendente.

En la villa La Cava hay entre 8.000 y 10.000 habitantes y está atravesando un proceso de urbanización. A principios de los años ochenta llegó a tener más de 30.000 habitantes y en los noventa se convirtió en una zona muy caliente, con un alta tasa delictiva.

A partir de 2001 la inseguridad se volvió moneda corriente para los habitantes de La Cava y los de Lomas de San Isidro y Béccar. En 2003, el delito llegó a su punto más alto, por eso el Gobierno envió a La Cava a 350 efectivos de Prefectura Naval para que patrullaran la zona. El plan también incluyó el refuerzo de la seguridad en otras asentamientos importantes del conurbano, como Fuerte Apache y la villa Carlos Gardel.

En abril de 2006, el Gobierno cambió a la Prefectura por Gendarmería en La Cava y envió a 120 gendarmes que se distribuyeron en diez puestos de control fijos.

Hace 15 días el Gobierno levantó siete de esos puestos y la semana pasada uno más. Hoy, sólo hay dos puestos de Gendarmería: uno en Tompkinson y Alvarado, y el otro sobre la calle Gervasio Posadas.

Por eso los vecinos hicieron reclamos y elevaron petitorios al intendente Posse y al ministro de Justicia Aníbal Fernández para que Gendarmería siga patrullando la zona.

En uno de esos petitorios explicaron que: "Retirar a las fuerzas de Gendarmería significa un considerable retroceso en cuanto a la seguridad de los vecinos, no sólo de esta zona, sino de todo San Isidro (...) consideramos que no es una buena política descuidar una zona para cuidar otra".

Posse y los vecinos esperaban una resolución de la Justicia federal, ya que las acciones de amparo se deben resolver rápido.

De todas maneras, el intendente Posse acordó con el jefe de la Bonaerense, el superintendente Daniel Salcedo, un esquema de emergencia para patrullar la zona, en caso de que la Justicia rechace el pedido del municipio.

Salcedo contó que la idea es llevar más policías a la zona y, en lugar de los diez puestos fijos, trabajar sobre la base de "cuatro puestos dinámicos o rotativos". Esta semana llegaron a la comisaría de La Cava diez nuevos agentes que fueron reubicados desde otras comisarías del partido.

La idea del municipio es que al menos haya 36 policías recorriendo la zona. La pretensión de máxima es la de sesenta nuevos policías en la zona. También plantearon un esquema intermedio que comprende la vigilancia alternada de 48 nuevos policías.