El Secretario General de los Camioneros de San Martín y Tres de Febrero fue duro con el expresidente y su política económica. Evitó las críticas profundas a Valenzuela y pide repensar el rol de la oposición en el distrito. Además, habló de la falta de protagonismo del sector gremial en el gobierno de Alberto.
Imperdible nota con Octavio Argüello. El Secretario General de los Camiones de Tres de Febrero y San Martín, referente de la CGT regional, y que compitió en las PASO del 2019, no dejó tema sin tocar en una profunda entrevista con LaNoticiaWeb. La renovación del peronismo local, la sentencia de la sociedad hacia el curtismo, las razones de la derrota local, las prioridades para la oposición febrerense, y el rol que debe tener el gremialismo en esta etapa del gobierno nacional. La necesidad de una mesa de diálogo que resuelva lo urgente y lo importante, cómo debe ser el esquema paritario respecto a las sumas fijas y la cláusula gatillo, y la política Pyme.
¿Qué sensaciones te quedaron del discurso de apertura de Alberto Fernández? Ya estamos casi en los primeros 100 días de gobierno y hay ansiedad.
El discurso fue importante. Pero faltó lo fundamental, que todos queremos escuchar, y es la política económica. No hubo muchas aclaraciones. Se tocaron temas importantes como la reforma judicial, la persecución judicial, la modificación en la AFI. Son medidas importantes en lo político para adelante. Yo banco a este gobierno pero aún está pendiente el tema del endeudamiento o lo que pueda pasar con los jubilados.
Eso está atado a la renegociación con la deuda.
Si, al Fondo Monetaria. Debe haber una política anticiclica, no se puede estar esperando qué pasa. Hay que prevenirse. Veo que la negociación va a ser muy dura, y no creo que se resuelva en marzo como dijo el Presidente. Son muy grandes los vencimientos y no hay plata para pagar. Todavía se gobierna con el Presupuesto del macrismo.
En la campaña se dijo que se iba a priorizar a las Pymes, al bolsillo de los argentinos. Se tomaron algunas decisiones pequeñas para favorecer a la Industria, pero todavía no alcanza. ¿Se puede reactivar pronto?
Está todo atado al Fondo. Está bien fomentar a las Pymes con créditos blandos. Son las que generan trabajo, ya quedó demostrado. Las empresas grandes se robotizan y no dan trabajo. Es el sector al que más ayuda hay que darle. Hay que reconstruir el trabajo genuino, no se puede seguir viviendo de planes ni de cooperativas, que son inversión del propio estado. Hay que buscar inversiones del sector productivo. Hay que apoyar a las Pymes porque es mentira que van a venir inversiones de afuera. No van a venir. Tenemos que entender que hay que reactivar la industria nacional.
Los empresarios que invierten sienten que el dinero no rinde, que los impuestos son altos y se quedan sin rentabilidad. ¿Hay que bajar impuestos?
Claro. Hay que reducirlos. Es una sábana corta, pero es el comienzo de algo si se utiliza bien. Cuando se pide un esfuerzo es para una reactivación real, y no para ser parte de lo mismo. Si hacemos esfuerzo para reactivar una rueda virtuosa estamos de acuerdo, pero si es para tirar la plata a otro lugar es injusto.
¿Cómo viste la actitud que tomó el campo?
Es muy mezquina. El gobierno empezó hablando de cinco puntos pero terminó incrementando solamente tres, y nada más que al 35% del sector sojero. Y en la mayoría de los sectores se paga menos que antes. Esto es un hecho netamente político y cuasi golpista. Es el 30% del núcleo duro de Macro, los gorilas que tuvimos históricamente. No me sorprende esta actitud. Lo que si me sorprende es que cierto sector del campo quiera acompañar esta actitud, sobre todo con un gobierno que tiene 90 días
Además tampoco el gobierno mostró una postura expropiadora…
No. Esta es una discusión de hace años, de cómo 6 mil familias tienen todas las tierras de nuestra Patria.
Si hicieron un paro de cuatro días, lo que debería haber hecho la CGT con Macri…
Obvio. Este mismo campo a Macri no le hizo ningún paro. A ellos les iba bien.
El gobierno anunció el pago de bonos de sumas fijas, y ahora se empieza a pensar el esquema de paritarias. ¿Está bien que haya montos fijos o deben ser aumentos por porcentajes? ¿Qué puede pasar con las cláusulas gatillo?
Todo queda sujeto a cómo se pueda controlar la inflación. Sabemos que si armamos una carrera entre inflación y salario entramos a una situación complicada, como en el 89. Depende de cómo se frene la inflación. Estamos dispuestos a ir a una mesa de diálogo. Pero ya se están perdiendo entre 9% y 15% y hay que saldar esa diferencia. Somos responsables y sabemos que se debe esperar. Esos primeros 100 días de gobierno se deben contar a partir de marzo, porque antes no tiene sentido. Es feo escuchar que digan que ya pasaron los 100 días, tanto como que nos digan que en enero y febrero creció la industria. Las cosas deben ser claras. El país está paralizado. Pensemos cómo salimos y basta de mentiras. Estamos en una situación compleja, la economía parada, muchos desocupados y creciente pobreza. Armemos la mesa que proponía el gobierno, con todos los sectores, y pongamos un esfuerzo. Pero pronto, no hay tiempo.
¿La CGT y el sector gremial no tuvieron lugar para hacer propuestas todavía?
Ninguna. No se ve al menos. Hay muchos caramelos de madera, para entretenerte. No tiene gusto y no sirven para nada, pero entretienen. La gente se da cuenta que son de madera enseguida, y ahí empiezan los problemas. Antes que esto pase, nos podemos sentar y hablar entre todos los sectores que queremos que al país le vaya bien, y discutamos las asignaturas pendientes. Quiero ser coherente. Discutimos la cláusula gatillo porque era nuestro compromiso, teníamos un salario muy atrasado. No podemos decir que antes era necesaria y ahora no. Podemos discutir con coherencia. Podemos hablar del bien general, pero sin entregar los principios.
Recuerdo un encuentro en una automotriz, apenas comenzada la nueva gestión, y luego no hubo un protagonismo de los actores gremiales.
Pedimos esa mesa de diálogo. Es necesario que nos sentemos juntos. Tenemos que prever un default, estamos a punto. Pensemos lo peor para que venga lo mejor. Tiene que haber una pacificación social, juntar a todos los sectores, poner el pecho. Es impresionante como crece la pobreza en nuestro país y hay que dar una respuesta inmediata. Por eso hay que ayudar a las Pymes, cerrar las fronteras. Lo hizo Trump.
Todo el mundo lo hizo. Cuando el mundo se protegía, Macri eligió abrirse a los mercados.
Macri es un animal. Un burro. No acertó ni una. El mundo vendía y el quería que el mundo compre. Así nos dejó, totalmente destrozado. Escuchar a este degenerado, que dice que el populismo es peor que el coronavirus. No se puede opinar más de este tipo, es un demente, un inútil. Esto nos dejó. Pero hay un sector de la sociedad que adhiere a esta postura, y hay que estar atento a eso. Hay un sector que sigue bancando al desquicio que fue el último gobierno. Y encima gozan de buena salud en el mundo. A un gobierno popular, que revindica derechos de humildes, los persiguen; pero a estos vagos que se robaron el país no les pasa nada.
¿Valenzuela busca albertizarse? Hizo muchas menciones a Alberto Fernández y se muestra conciliador.
Hacen política. No me sorprende nada. El precursor de todo esto fue Borocotó. Marcó un camino. Hoy sucede mucho esto. Es un camaleón que cambia de color según la ocasión. No me sorprendería si aparece jugando una interna en el peronismo. Y no sería el único que dice ser peronista pero no es…
¿Hay más? ¿En Tres de Febrero?
Hay unos cuantos. En todos lados hay. No es más peronista el que tiene la foto más grande, sino el que practica peronismo todos los días. Es una forma de vida, es cultural. Yo creo en la doctrina, en el Perón del 74 que nos dio una lección del futuro. Hay que tomar algo de esta enseñanza y poner el país en marcha, con poquitas cosas. Hay que dejarnos de estas grietas que traen miseria y hambre. Entiendo que lo inmediato tapa lo importante, pero hay que dar un debate sobre la cultura del trabajo.
Le pregunté por Valenzuela, pero me contestó muy breve y se puso a hablar de Peronismo. ¿Hoy la prioridad es pensar el Peronismo? ¿En Tres de Febrero hay que dejar de pensar y hablar de Valenzuela durante unos cuántos meses?
Hay que discutir cómo armamos Peronismo. Hay un manual que se llama manual del distraído, que es la doctrina, todos opinan pero son todos distraídos. No soy ni camporista ni albetirsta, soy peronista. No me interesa lo demás, porque pierdo tiempo. Valenzuela es un intendente al que respeto, porque fue electo legítimamente por el pueblo, así como respetaba a Curto. En lugar de criticarlo tenemos que pensar que hicimos mal nosotros. No ganamos nada con criticarlo.
¿Y qué hizo mal el peronismo de Tres de Febrero?
No conseguir la unidad. Ser sectarios.
Quedaron roces después de las elecciones…
Yo cumplí con mi palabra. El que gana conduce y el que pierde acompaña. Me puse inmediatamente en la fila para acompañar. Pero me tenes que abrir el espacio, sino cómo acompaño. Si no me abren la puerta qué quieren que haga. Muchos tienen la palabra traidor a flor de los labios y ni saben de lo que hablan. Cuando se perdió fui y compartí el escenario de la derrota. Perdió el peronismo, no perdió Debandi. Yo me sentí muy golpeado. Yo pienso que no sé si hay 30 mil vecinos que vayan y corten la boleta. Quizás la boleta vino cortada de otro lado. Hay que pensar cuando hablan. No ví 30 mil personas yendo a cortar boletita, porque sino Jofré tiene que ser gobernador. Sería el mayor estadista de Tres de Febrero.
Hay una discusión en el oficialismo, donde algunos dicen que se ganó gracias al corte de boleta y otros dicen que fue gracias al gran crecimiento de Macri.
Ganaros por esas cosas, y por el gran estancamiento que tuvo Debandi. Pensó que luego de ganar las PASO ya era intendente. Nunca es bueno almorzarte la cena. No se había ganado nada, había que ratificar el voto, que ya no es lineal. La gente aprendió a votar de otra manera. El electorado nos venía dando una lección. De las últimas seis elecciones perdimos cinco. Con la retórica ya no alcanza, y no lo supimos escuchar. Después de las PASO había que desarrollar política, un plan de gobierno que cautive. En algún momento quise dar una opinión y no me escucharon, y pensé que quizás me estaba equivocando, y que no podía dar una opinión a personas que fueron gobierno 24 años.
¿Usted dice que la lista de Debandi era el curtismo que ya había gobernado?
Curto fue uno de los más grandes dirigentes que tuvo Tres de Febrero. Se lo reconozco. Pero todo pasa, y pasó. No lo digo yo, lo dice la sociedad de Tres de Febrero, que nos hizo perder cinco elecciones seguidas. Es un proceso agotado. Todos los peronistas del distrito hemos acompañado alguna vez ese proceso, sino estuviste viviendo en otro lado. Hay un apellido fuerte que no puede estar más, que le marcó el boleto la gente. No lo digo yo, lo expresó la gente. Si no entendemos eso, no estamos entendiendo lo que viene en el futuro. Yo propongo reconstruir el peronismo. Veamos lo que la sociedad dice, lo que pide, y hagámosle caso. Armar internas sin tener posibilidad de proponer, discutir, colaborar, no tiene ningún sentido. Para eso prefiero ir por otro lado y ser opción en algún momento. Pero siempre en el peronismo. Para ser peronista no hace falta estar en el PJ. Muchos estuvieron en el PJ y no tenían nada que ver con el peronismo. Hemos acompañado a cada uno. El peronismo es una cultura, una forma de vida.