En la mañana de hoy, el Ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires brindó una entrevista en la cual habló sobre las candidaturas dentro de Juntos por el Cambio. Qué opina sobre la nueva política que busca instaurar.
Te vi muy firme con lo que dijiste sobre no querer bajarte, que tenés ambición de ser jefe de de gobierno, y algunos creen que en la ciudad todavía esto no está tan claro, ni está tan definido. ¿Cómo está esto hoy?
Bueno, como todos saben, tenemos por parte del PRO, porque dentro del frente tenemos varios precandidatos de cada uno de los partidos que lo integran, ¿No? Pero por parte del PRO tenemos tres personas que hemos declarado nuestro interés, nuestra voluntad de presentarnos como candidatos, y lo que estamos haciendo los tres es comunicándole a la sociedad lo que pensamos, qué mirada tenemos, qué valores y principios defendemos, cómo pensamos trabajar y en base a eso la sociedad tendrá que ordenarnos y decir cuál es la propuesta que más le interesa, que más confiable es.
Qué raro que es el sistema nuestro, no? Porque tenemos las PASO, que es el sistema para dirimir las internas, pero hay como un pánico, y fundamentalmente dentro de los espacios políticos, con el tema de las PASO, ¿no? Como, achiquemos, que se bajen candidatos, habrás escuchado vos, o tendrás otra información mucho más calificada que la nuestra, esta versión que indica que María Eugenia Vidal podría ser la candidata de unidad, bajándose el resto. ¿Hay algo de esto?
Mira, yo creo que lo importante acá es que todos los que consideran y tienen voluntad de ser candidatos, le tienen que hablar a la sociedad. Y es la opinión de la sociedad, de quién le parece más razonable, de quién prefiere, lo que tiene que definir, quiénes vamos y no. Acá el único detalle que complica eso que vos decías, que tenés razón, es que al ir los frentes a las PASO cada uno de los partidos del frente debiera tener el mejor cantidato posible y no un conjunto porque descoloca su propio partido. Esa es la dificultad a lo que vos traías recién, porque si no, sería ideal que todo vaya a las PASO. Pero yo creo que, si María Eugenia tiene la voluntad, tiene todo el derecho, todas las personas que estamos en el espacio somos personas con historia, con capacidad de gestión, con esa impronta de gestión del gobierno de la ciudad que es una impronta muy PRO y luego yo vengo a ofrecer mi complemento, mi diferencial, cada uno ofrece el suyo y que la opinión de la sociedad nos ordene, yo creo que eso es verdaderamente una democracia o si vos querés un liderazgo postpandémico, ¿No? Un liderazgo horizontal, empático, que conecta con lo que pasa en la sociedad, y saliendo de esta dinámica de la política centrada en la política.
Cuando dice la opinión de la sociedad, ¿Lo van a decidir por una encuesta? ¿Qué candidato mide mejor?
Eso hay que dialogarlo sobre los precandidatos que estén decididos a competir y ver la forma más apropiada. Por supuesto que vos sabés y la gente también sabe, las encuestas tienen serios problemas metodológicos básicamente porque la tasa de respuesta del encuestador es muy baja, es decir, si vos le preguntas a 100 personas algo y solo 10 te contestan, naturalmente los que te contestan tienen un perfil muy particular, son los que más gritan, los que más angustiados están, los que más enojados están, y entonces no representa al cien por ciento, pero en la ciudad de Buenos Aires es una ciudad pequeña, en términos físicos, en términos territoriales, se puede hacer una encuesta de mejor calidad, presenciales, con ciertos controles, así que podría ser un formato y si no podría ser otro pero lo importante es que nos tenemos que ordenar en base a la opinión pública y no en base a la política mirándose a sí mismo.
¿Pero cuál es el límite o su límite para decir soy o no soy candidato? Digo, porque una encuesta se prepara, ya la están haciendo para definirlo. ¿Cuál es la, no la fecha límite formal sino el límite del espacio para definir el o la candidata?
A mí me parece que tenemos el mes de mayo como para definirlo. Todavía hay tiempo, recién a mitad de junio hay que presentar las listas. Además todos los precandidatos están, mientras tanto, comunicando su decisión y sus propuestas, con lo cual el que luego sea finalmente el precandidato por el espacio ya habrá tenido todo el recorrido hecho.
Es un hecho que va a ir un solo candidato del PRO, eso no tiene discusión.
No, no, esa es mi posición y mi convicción, que es lo que corresponde. Pero básicamente, porque nosotros venimos hace 16 años haciendo un gobierno en la ciudad que la gente ha valorado y valora y por lo tanto lo que pensamos es que tenemos los equipos, la gente trabajando en el gobierno, los planes montados como para seguir como PRO. Simplemente es lo que la sociedad opina, es que el Pro ha hecho un gobierno muy transformador en la Ciudad de Buenos Aires, y tiene voluntad de que le propongan una superación de esto, y en eso estamos.
Si Fernán Quirós queda como único candidato, ¿le gana a Lousteau?
Eso lo va a decidir la gente, yo lo que creo que tengo una propuesta superadora, si yo no creyera que tengo una supuesta propuesta superadora, no me hubiera presentado de precandidato, porque yo no vine al espacio público a alcanzar puestos, ni a lograr progreso político, yo vine al espacio público a dar lo que tengo en esta etapa de mi vida a la sociedad. Entonces, si la sociedad cree que lo que yo ofrezco es lo que ellos están pretendiendo, obviamente que lo voy a ganar.
Ministro, algunos consideran que usted es más técnico que político y que ahí faltaría como el salto definitivo para que sea el candidato único y que el sostén de Larreta no es suficiente.
Yo creo que ese esa afirmación tiene dos errores conceptuales. El primero de todo es que no creo que haya habido una situación más compleja, más interministerial, más profunda, y más desafiante que la pandemia, y más dura para los para los gobernantes y yo durante ese periodo mostré un estilo de gobierno que es el que yo creo que hay que llevar en esta etapa de la evolución. Lo segundo es que yo creo que hay que evolucionar la política que veníamos teniendo, o una política, como yo te decía, que la llamaría post-pandémica, ¿no? Una política más conectada con lo que le pasa a la sociedad, más empática, más cercana, más respetuosa, más de dialogar, escuchar y aprender. Y entonces, si vos me mirás con los ojos de la política clásica, tal vez digas él no es un político, pero es que eso es lo que no quiero ser. Yo quiero seguir siendo lo que la gente vio de mí y gobernar el conjunto de los proyectos del gobierno de la ciudad.
Viste que hoy definen y ayer estaba también Cristina Kirchner con esto de las palomas, los halcones, yo si te tendría que ubicar, te pongo como un hombre de diálogo, como un hombre que no grita, como un hombre que trabaja, pero que tenés tal vez un sistema diferente a lo que estamos acostumbrados que todo tiene que ser impositivo, con gritos, con gestos, la verdad que vos planteas una diferencia de desde ese lado, una forma de de hacer política distinta, no sé si es una cuestión técnica, una cuestión de preparación, pero vos llevaste a cabo la pandemia de otro modo y no te fue mal.
Absolutamente técnica y con una preparación diferente porque hay que ir a mirar los países desarrollados cómo se gobiernan. Todo el mundo se queja de cómo venimos hace décadas, pero es que el mecanismo de liderazgo que tenemos es muy pobre, es un liderazgo muy paternalista, muy autoritario, muy inquisidor y muy imposedor de una verdad única circunstancial que luego a los dos años te dicen todo lo contrario de la misma manera. Hay que terminar con los líderes mesiánicos. Nosotros tenemos que entender lo que ya está estudiado en todas partes del mundo, que la inteligencia colectiva es muy superior a la persona más inteligente de la tierra. Entonces obviamente si vos mirás con el espejo retrovisor de la política que fue en Latinoamérica y que fue y que es todavía en la Argentina, me vas a ver como que no soy político. Pero es que yo no quiero ser ese político, yo le quiero ofrecer a la sociedad algo diferente. Luego, si la sociedad lo ve como correcto, como apropiado, como evolutivo, como una mejora, me va a votar. Y si no, no me va a votar. Yo no vine aquí a ser Jefe de Gobierno, vine acá a ofrecerle lo mío a la sociedad.
Lo viste a Alberto Fernández el otro día cuando se emocionó que dijo que una señora se le murió a la familia pero agradecía el hecho que murieron en una cama digna. El presidente insiste sobre algunas cuestiones de la pandemia que dejaron mucha sombra, ¿no?
Sí, a mí me cuesta tomar la palabra del presidente después de la fiesta de olivos, ¿no? Porque él en la fiesta de olivos mostró que su palabra no tenía valor, había perdido valor. Y luego de eso no hizo ningún esfuerzo para recuperarlo, siguió en la misma tónica. Entonces, eso es algo también que es relativamente común en el espacio público. Hay mucha palabra que ha ido perdiendo el valor y por eso la sociedad finalmente vota con bronca o no vota, fíjate que cada vez las tasas de personas que van a votar es menor, porque verdaderamente sentís que si a la palabra no le podés creer, ¿Qué te queda para construir un diálogo con un líder?. Cómo conectas tres millones de personas con un jefe de gobierno si no es hablando? Entonces, es otra cosa que yo he respetado muchísimo, mi palabra, es no aprovecharme de los momentos, no decir cosas que no son, en cada momento decir lo que verdaderamente creo que tengo que decir, luego la realidad podrá ir cambiando, pero sin palabra, no hay construcción política.