El ministro de Seguridad porteño se presentó de manera sorpresiva para contestar las preguntas de los legisladores porteños. "No estamos dispuestos a prestarnos al show mediático del macrismo", dijeron desde la oposición.
Los bloques de la oposición decidieron tarde no participar de la sesión ordinaria en la Legislatura porteña donde se presentó espontáneamente el ministro de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro para dar explicaciones por el caso de espionaje.
"No estamos dispuestos a prestarnos al show mediático del macrismo", dijo a Télam la legisladora Gabriela Alegre.
En tanto, en el recinto, el legislador de PRO, Martín Borrelli apuntó a la oposición: "Los que no dan la cara son la oposición porque no tienen vergüenza. Es un día triste la para Legislatura", dijo.
Un día después de la declaración indagatoria del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, Montenegro llegó sorpresivamente a la Legislatura para "contestar todas las inquietudes de los diputados de la ciudad sobre los temas relacionados con la cartera a su cargo".
Montenegro se presentó para ponerse a disposición de los legisladores, al tomar conocimiento del interés en formularle preguntas, según se informó, pasadas las 14.30, en un comunicado oficial.
Todos los bloques de la oposición del parlamento comunal habían pedido la interpelación del funcionario por la causa de las escuchas ilegales y el funcionamiento de la Policía Metropolitana. Sin embargo, hoy deben definir si lo escucharán en el recinto.
"La oposición lo único que quiere es un show y persigue la destitución de Macri. Los principales responsables son [Aníbal] Ibarra y Pino Solanas", dijo Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO en la Legislatura.
En este contexto, tras admitir que quedó más cerca de ser procesado en la causa por escuchas ilegales, Macri sostuvo que "no corresponde" un pedido de juicio político en su contra.
"Pedir, siempre hay gente oportunista que pide cosas, pero no corresponde, porque no tengo nada que ver con todo esto", dijo Macri, acusado de intervenir en la realización de escuchas telefónicas, en referencia a la intención de algunos legisladores de la ciudad de impulsar un juicio político.
El día después de la indagatoria realizada por Oyarbide, Macri recorrió un centro de primera infancia en el barrio de Barracas, y dijo a la prensa que siente "impotencia" por "haber estado horas frente al juez pidiéndole que diga un hecho concreto que yo haya realizado que demuestre que puedo pertenecer a una sociedad ilícita".
"Hasta que se pruebe definitivamente algo, es un largo camino. Mientras, vamos a seguir gobernando porque es la gente la que espera, para eso nos eligió", reafirmó Macri, según informó Télam.
Macri, además, descartó la posibilidad de quedar detenido: "No tiene manera, porque yo soy el jefe de gobierno de la ciudad" e insistió con que "la causa está totalmente direccionada hacia su gobierno.
Acusó, en ese aspecto, que la causa responde a una intención del oficialismo a nivel nacional de "querer conservar el poder, que es descalificar sistemáticamente a cualquier opositor".
Respecto de los detalles de la causa, Macri consideró que "las cosas suenan como un cuentito atractivo, pero cuando uno analiza cosa por cosa, no se entiende cómo se llega a estas conclusiones que estamos discutiendo hoy".
Finalmente, Macri se refirió al apoyo que recibió de distintos partidos políticos: "Hay varios que se dan cuenta que esto claramente es un atentado contra la democracia", dijo.
Contra Kirchner. Ayer, después de la indagatoria, Macri dijo que el ex presidente Néstor Kirchner está detrás de las imputaciones en su contra y le reprochó en la cara al juez federal Norberto Oyarbide haber actuado "de manera arbitraria, selectiva e irregular y con falta de ecuanimidad".
"No tengo dudas, detrás de todo esto está Néstor Kirchner. Para él, a cualquiera que quiera volver a tener una democracia pluralista y en serio hay que eliminarlo", había dicho Macri al final de la tarde.