“Pingüino o Pingüina”, dijo Kirchner hablando de las futuras candidaturas del matrimonio. En mayo o junio más tardar veremos quién es el candidato oficialista.
¿CRISTINA SERA CANDIDATA A PRESIDENTE?
Por Eduardo Román
El presidente se encargó de agitar una y mil veces que probablemente su esposa, la senadora Fernández puede llegar a ser la candidata a presidente del oficialismo, pero nadie le cree. Nadie piensa que Kirchner tenga voluntad de correrse del sillón de Rivadavia en un segundo mandato, pero si Cristina fuera consagrada presidente, podrían cambiar algunas cuestiones de forma, pero él seguiría manejando el poder como hasta ahora. No creo que esto sea sólo un prejuicio machista, si no que está fundado en la historia que si bien Cristina es todo un cuadro militante, por trayectoria y por su desempeño legislativo, pocos dudan que el jefe político siempre ha sido Néstor.
Claro que un hipotético gobierno de Cristina podría tener su impronta y distintos nombres en el gabinete, pero no se aportaría mucho de los lineamientos actuales.
Ella es una de las cuatro o cinco personas del riñón K junto a Alberto Fernández, Carlos Zanini y Julio De Vido que el presidente se permite consultar frente a las decisiones importantes, como cuando hubo que resistir el “efecto” Blumberg o negociar la quita de la deuda con el FMI.
Creo que nadie puede discutir los méritos de una legisladora que jamás administró ni una ciudad ni una provincia, pero sí estuvo al lado de un hombre que hace 20 años que gestiona: Río Gallegos ciudad, Santa Cruz provincia y ahora la Nación.
Con todo, nadie que haya seguido las conductas políticas del presidente en los últimos años, puede comerse el cuento de un Kirchner alejado en este momento de las grandes decisiones, pero eso no lo dijo ni él. La reforma de la Constitución que logró en Santa Cruz para facilitar su reelección indefinida es una prueba contundente que define su personalidad política y su deseo personal.
“Pingüino o Pingüina”, dijo, hablando de las futuras candidaturas del matrimonio. Los analistas más duros piensan que esta es una estrategia de alternancia para quedarse en el poder por 16 años; los románticos creen que, como han sido compañeros de ruta en la vida y en la político, el gesto del presidente lo enaltece, porque sería visto como un gesto de amor. Algo que ni el propio Perón se animó con Evita como candidata a vicepresidente, más allá de que estaba muy enferma.
Claro, 55 años después, hoy el mundo está más preparado para recibir con madurez a una mujer Presidente, citan a Michelle Bachelet, a Hillary Clinton y a Ségolène Royal como casos emblemáticos.
¿El Presidente está cansado de ejercer el poder?, ¿puede Cristina ganar en primera vuelta?
¿Puede ser verdad que Kirchner no quiera enfrentarse al minuto fatal en que la gente que hoy lo apoya le empiece a dar la espalda y los adversarios a los que lastimó lo empiecen a atacar de manera despiadada? O que las razones se deban a que el crecimiento económico no tendría la misma intensidad ni el mismo ritmo del período 2003-2007
No parece ser este un presidente que no haya dado sobradas muestras de valentía y en cualquier caso, los últimos ejes de análisis serían un claro acto de cobardía, porque no dejaría para esa instancia a su compañera para que ella aguante esos chubascos… Ese es más bien un argumento de sus enemigos para dejarlo mal parado frente a la opinión pública.
Pronto se sabrá si esto no es más que una maniobra de distracción o de posicionamiento futuro de la senadora o si Cristina se transforma de verdad en la candidata. En ese caso, se podrá entonces considerar al Presidente como un político audaz, moderno y sorprendente…