El kirchnerismo utilizó los servicios de un abogado para contactar al ex presidente. Pretendían que se ausente del recinto para evitar un desempate de Julio Cobos. Qué les dijo el riojano a los emisarios K antes de anunciar en su banca que rechazaba las retenciones.
"Bajá ya esa persiana", fue la seca instrucción que Carlos Menem dio al abogado que le trasmitió que gente del gobierno lo había contactado para ver si era posible llegar a un entendimiento con el riojano.
Los rumores del intento de acercamiento comenzaron a circular el miércoles por la noche y el ex presidente instruyó a sus colaboradores para que distribuyeran una declaración, a tono con su estilo: "Ni ebrio ni dormido negocio con el gobierno", sostuvo Menem.
Al promediar la sesión, cuando sorpresivamente desapareció del recinto, y mientras pasaban las horas sin que se registrara su regreso, una duda comenzó a circular: "¿Habrá querido decir, que si estaba sobrio y despierto sí negociaba?", se preguntaban en el Senado.
Es que confirmado el voto de Ramón Saadi a favor del gobierno, y creciendo los rumores en ascenso que señalan que el santiagueño Emilio Rached votaría por el NO, la suma daba un empate en 36. Pero, claro, para llegar a ese número era necesario el voto de Carlos Menem.
Y fuentes parlamentarias confirmaron que el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, en los noventa fanático menemista, estaba “tras los pasos de Menem”. Lo mismo retumbó en la carpa K, donde se escuchó a un funcionario de acceso a la mesa de almuerzo de los Kirchner hablando por teléfono con un allegado decir: “Ahora vamos por Carlos”.
Sin embargo, cuando le llegó el momento de hablar, poco después de la 1.20, Menem anunció que votaría en contra de las retenciones y en un discurso que siguieron con atención todos los senadores presentes afirmó: "Muchos olvidan que en la tan famosa y vitupereada década de los noventa se vivía con paz, tranquilidad y normalidad".
"Los que hablan del neoliberalismo de los noventa, que no existió tal cosa, se olvidan del populismo actual", machacó.
El riojano agregó que durante su gobierno "los fondos de coparticipación llegaron al 46 por ciento de lo recaudado y hoy están apenas en el 26 por ciento" y agregó que en su gobierno "se eliminaron las retenciones que estaban en apenas un 3 por ciento".
Pero básicamente su discurso giró en remarcar la necesidad de "hacer el mayor esfuerzo para evitar que se siga dividiendo el país. No es posible que ayer hallamos tenido dos manifestaciones", enfatizó.
Menem al iniciar su discurso pidió disculpas por estar ausente en varios tramos de la sesión, ya que, explicó: "tuve que ausentarme por motivos de salud".
EL MALESTAR
Lo cierto es que por la noche, el ex presidente comenzó a sentir una indisposición. Y cuando vio la cara de preocupación de sus allegados, les aseguró: "Quedense tranquilos, así sea en una silla de ruedas, yo voy a votar contra las retenciones".
En plena sesión regresó el sugestivo malestar y Menem se retiró para consultar al médico del Senado. Según comentaron allegados del ex presidente "al parecer Carlos tiene una angina y lo mandaron a hacerse una placa".
Luego de una interconsulta con su médico personal, Alejandro Tfeli, el riojano se había ausentado para hacerse la placa.
Ya poco después de las 22 reapareció en el recinto. Para muchos, más allá del malestar, se trató de una típica jugada del riojano, que acostumbrado al estrellato, no soporta su paso a las sombras y necesitado de atención aprovechó la tensión de la hora.
Como sea, la preocupación se apoderó tanto de la oposición como del oficialismo. Muchos de ellos y en ambos bandos, eternos críticos y denunciantes del ex mandatario, quedaron sorpresivamente expuestos al accionar de un viejo lobo de la política, que en la madrugada disipó todas las dudas cuando anunció su voto contra las retenciones.