El diputado electo de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, opina sobre las últimas medidas económicas anunciadas por el Ministro Amado Boudou.
El reciente canje de deuda anunciado por el Ministro Boudou ratifica la estrategia de todos sus antecesores en la era del kirchnerismo: patear el problema para adelante y presentarlo como un gran éxito, dibujando quitas y ahorros que confunden a la opinión pública y que en realidad no existen.
Buodou dice que el gobierno elimina vencimientos de deuda por $7.200 durante los próximos 3 años. No explica que ese “ahorro” se obtiene a cambio de mayores pagos en los años subsiguientes. De acuerdo a nuestros cálculos, para obtener un ahorro de $4.500 millones durante lo que queda de la presidencia de Cristina, se incrementan los servicios de deuda de la próxima presidencia en nada menos que $11.000 millones.
Esto es así porque el nuevo bono paga todos los años una tasa de interés mucho más alta que los bonos y préstamos garantizados originales. Por eso es que los tenedores de éstos bonos aceptan una quita de $1.800 millones en el capital: porque lo recuperan con creces ($6.500 millones) con los intereses.
Resulta entonces sorprendente que el Ministro se autocongratule por el “alto nivel de participación del 76%”. Dado que con el nuevo bono los inversores se liberan del mentiroso CER y obtienen una promesa de pago mayor expresada en un título más líquido y, teniendo en cuenta que una buena parte de los bonos canjeados eran propiedad del sector público, el 76% confirma la desconfianza reinante y las dificultades que enfrenta el gobierno para recuperar el acceso al crédito.
El primer canje del kirchnerismo, el megacanje del 2005, también tuvo una aceptación del 76%, a pesar de los numerosos obsequios que se ofrecieron entonces a los bonistas, sin los cuales no harían falta los canjes de hoy. Como entonces, la distancia entre la interpretación del gobierno y la realidad sigue siendo abismal. En esto hay que reconocer que el kirchnerismo ha sido coherente. Será porque su Ministro de Economía ha sido siempre el mismo: Néstor Kirchner.
Por Alfonso Prat Gay