
En un país polarizado como nunca, Lula y Bolsonaro se preparan para el balotaje del 30 de octubre.
A diferencia de la Argentina, Brasil no tiene una sociedad acostumbrada a la polarización política. El último domingo ese paradigma se rompió y el país carioca deberá convivir por primera vez con dos lideres de masa al mismo tiempo: Lula Da Silva y Jair Bolsonaro.
Este último fue el gran ganador de la jornada electoral del domingo: superó ampliamente las proyecciones de las encuetas cosechando el 43% de los votos y quedó como el líder indiscutible de la derecha brasilera.
El por qué de esa perfomance inesperada para un presidente que manejó de pésima manera la pandemia del coronavirus (700 mil muertos) y con una economía que no creció al ritmo de los demás países de la región es todo un interrogante. Varios analistas señalan que hubo un voto vergüenza por parte de brasileros que no se animaron a decirle a los encuestadores que iban a votar a Jair.
La contundente remontada de Bolsonaro no quiere decir que Lula haya perdido. el líder petista ganó las elecciones con el 48% de los votos y estuvo muy cerca de evitar el balotaje que se celebrara dentro de un mes.
Lo que ocurra el domingo 30 de octubre será crucial para el devenir de América Latina. Se esperan días politizados y fragmentados en una sociedad que no está acostumbrada.
Saliendo de la polarización y pensando en los votos remanentes, Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), se llevaron el 4,16% y el 3,04% de los votos, respectivamente. Todavía ninguno dijo a quien apoyará en el balotaje. Tabet contó que ya tiene la decisión tomada y que lo anunciará en los próximos días. Todo indica que se inclinará por Lula.
De esta manera, a priori, el ex presidente de Brasil en dos oportunidades tiene las de ganar. Pero no será nada facil por varios motivos: primero porque no necesariamente los votos son transferibles y segundo hay un 20% del padrón que no votó en las generales.
Por eso, Lula deberá reforzar su estrategia e ir a aún más a la centro-derecha, dándole mayor protagonismo a su candidato a vice Geraldo Alckmin.
Por su parte, Bolsonaro utilizará toda su artillería para captar los votos de Tebet, Gomes y los que no votaron el último domingo. Su discurso anti petista y las redes sociales, una maquinaría que tiene super aceitada, serán sus herramientas de mayor peso.
El 30 de octubre se define todo.