Luego de la noche de furia de los intendentes contra Máximo, vuelve a barajarse esta opción. Si a esto le sumamos el factor Randazzo, el deseo del gobierno de tres listas peronistas podría verse cumplido.
El lunes pasado, una treintena de intendentes peronistas le vaciaron un acto a Máximo Kirchner. En concreto, la embrionaria unidad a la que venían arribando resultó muy dañada luego de este desplante, consecuencia de una seguidilla de hechos que generaron desconfianza en los jefes comunales, quienes antes del acto habían dado un alerta previa con su foto en Merlo.
Lo que trascendió en un comienzo fue que los intendentes del Fénix y el Esmeralda acusaron al líder de La Cámpora de intentar arriarlos a un acto -cuando lo acordado había sido una reunión no pública- con figuras desgastadas del kirchnerismo como Amado Boudou, Gabriel Mariotto, Martín Sabbatella y Luis D"Elía. “Ante la presencia de algunas personas que, entendemos, no tienen que ser parte de la renovación del peronismo, algunos intendentes decidimos no ser parte del acto”, dijo al respecto el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk.
Sin embargo, trascendió otro motivo que se agrega a lo anterior: la cuestión del sello usado. Según indicó el diario El Cronista, los alcaldes habían rechazado que la sigla FpV estuviese en el acto. A poco menos de un mes para la presentación de las alianzas electorales, este dato no debe ser pasado por alto. ¿Se usará este sello en las elecciones de medio término? Por otro lado, esta noche de furia de los intendentes contra Máximo reavivó una discusión que se había apagado: la construcción de un frente ciudadano por fuera de la estructura del PJ. En el acto hubo pistas de ello.
El documento que terminó leyéndose en el acto, llama a la unidad para “ponerle freno al gobierno de unos pocos” y se pide conformar “un gran frente ciudadano plural y democrático junto al movimiento obrero, las organizaciones sociales, los científicos, los docentes, los estudiantes, los jubilados y los comerciantes”.
Si bien no hubo ruptura, las tensiones entre el cristinismo y el peronismo cercano a los primeros no dejará de estar a la orden del día. El objetivo de estos últimos es, en definitiva, arrebatarle la lapicera a La Cámpora, que lógicamente hará todo lo que esté a su alcance para no perderla. ¿Relanzarán entonces el tan mentado frente ciudadano sin el PJ? Si a esto le sumamos el factor Randazzo, que viene comiendo de a un dirigente por ocasión, el deseo del gobierno de tres listas peronistas podría verse cumplido.