La Presidenta señaló que “creérsela” es “la peor enfermedad que le puede pasar a un político”. Participó de la inauguración de una línea de producción de lavarropas; y la acompañaron un abucheado Daniel Scioli, el intendente Ghi, el diputado Sabbatella y el vicepresidente Boudou. Cristina apuntó contra los medios que son “la cadena nacional del miedo y del desánimo”. Qué dijo de los ex titulares del Banco Central. Galería de Imágenes.
Cristina Fernández encabezó el acto de inauguración de una nueva línea de producción de lavarropas en la fábrica de artículos para el hogar Mabe - Patrick, en la localidad de Haedo. Durante su discurso cargó contra algunos medios de comunicación y contra ex titulares del Banco Central; en cambio se mostró jovial y distendida con sus interlocutores de las videoconferencias.
Acompañaron a la Presidenta el gobernador de la Provincia, Daniel Scioli, quien fue abucheado cuando lo presentó el locutor; el intendente de Morón, Lucas Ghi; el vicepresidente Amado Boudou y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. También estuvieron el diputado nacional Martín Sabbatella, quien demostró su localía, y el presidente de la filial argentina de Mabe, Abel Burgos.
Un capítulo aparte fue el de la militancia, no sólo la de Morón, también de Ituzaingó y, en menor medida, de otros distritos vecinos. Las banderas de Nuevo Encuentro se mezclaron con las de las distintas agrupaciones kirchneristas.
En principio, la mandataria recorrió las instalaciones. Las imágenes la reflejaron junto a los anfitriones Ghi y Sabbatella. Scioli y el resto de los funcionarios esperaban en el área dispuesta para el acto. Aparte de Fernández, pronunció unas palabras el presidente de Mabe, quien comentó que la firma invirtió hasta ahora 150 millones y posee hoy tres plantas, en las cuales trabajan 800 empleados que producen 900 mil unidades.
“Esto no es producto de la casualidad – dijo- es el resultado de políticas que acompañan”. No fue el único gesto hacia Cristina, también le obsequió tres electrodomésticos producidos por la empresa de capitales mexicanos.
Al comenzar el evento, el intendente y el diputado Sabbatella le habían entregado una foto de ella junto a Néstor Kirchner, el día de la inauguración de las obras de urbanización del barrio Carlos Gardel. Ése fue uno de los últimos actos a los que concurrió el santacruceño.
“VAMOS A SEGUIR TRABAJANDO EN PROTEGER EL TRABAJO Y LA INDUSTRIA”
La Presidenta no perdió en ningún momento el buen humor, aunque disparó algunas críticas agudas. Como dato de color: en diálogo con dos empleados de una fábrica de cosméticos de Berazategui se permitió un chiste subido de tono que dejó perplejos a los jóvenes.
A la hora del discurso, apeló un par de veces a la crítica a algunos medios de comunicación. "Seguramente, la cadena nacional del miedo y del desánimo no va a transmitir la inauguración de estas empresas nuevas", dijo la primera vez, más tarde añadió, “no van a transmitir que estamos inaugurando estas empresas, una de ellas española que decidió no irse en 2001”. Y señalando a los trabajadores de Mabe mencionó, “todos estos pibes existen, por más que los quieran ignorar”.
Al hablar de informaciones que daban cuenta este lunes de que la Bolsa de España "había prohibido las operaciones de corto plazo", Cristina se preguntó "lo qué diría acá la cadena nacional del miedo y del desánimo si la bolsa interrumpiese las operaciones".
A tono con los dichos de Kicillof el día del primer sorteo de ProCreAr, disparó contra economistas. "Miren lo que está pasando en el mundo; los invito a que relean los diarios del año pasado, si ustedes leen todas las consultoras decían que los precios de los comodities, más precisamente de la soja, prácticamente no iba a valer nada, 200 dólares, 300 dólares, y hoy batió los 648 dólares".
"Debieran volver al colegio o a la facultad para saber que la economía no es una ciencia exacta, se construye todos los días y también tienen que ver las expectativas de una sociedad y las políticas del gobierno", redondeó.
En esa línea recordó que "otro presidente del Banco Central, el último, de las reservas había pronosticado que en 2009 íbamos a tener balanza comercial de 6 mil millones de dólares, y ese año tuvimos 12 mil". No fue lo único que dijo de Redrado, también mencionó que el ex funcionario quería un "Estado absolutamente ausente o pretendidamente ausente".
Después habló, sin nombrarlo tampoco, de Alfonso Prat Gay: "Que tenga el honor de decir que se tuvo que ir porque se peleaba con el ministro de Economía", en desacuerdo con sus "políticas activas", y añadió, "que diga la verdad, que diga las peleas que teníamos del Ministerio de Economía con el Banco Central".
Además, admitió haber sentido "un poquito de fastidio" al escuchar sus cuestionamientos a las políticas del Gobierno, y apuntó que desde la llegada al Banco Central de Mercedes Marcó del Pont "se terminaron las peleas" entre los "monetaristas" y los funcionarios del Ministerio de Economía.
Acto seguido lanzó, “hay gente enferma de importancia en la Argentina", y remarcó que "siempre le pido a Dios que nunca me enferme de importancia, es la peor enfermedad que le puede pasar a un político". Indicó: "Hay que trabajar con humildad, sin creérsela, trabajar sabiendo que todos los días tenemos que hacer un gran esfuerzo".
En otro orden, Fernández manifestó, “vamos a seguir trabajando cada vez más en proteger el trabajo y la industria”. “Queremos que sigan trabajando y comerciando pero queremos que inviertan en la producción nacional“, dijo en referencia a los empresarios.
Concluyó, antes de saludar detenidamente a la militancia, "vamos a seguir haciendo las cosas que debamos hacer para defender el trabajo de los 40 millones de argentinos".