El legislador socialista visitó San Isidro para participar de un ciclo de charlas organizado por la UCR y el PS local. Apuntó a la oposición y dejó su postura sobre el debate del Presupuesto 2011. También habló sobre la construcción de un espacio progresista alternativo.
El Diputado Nacional del Partido Socialista Ricardo Cucovillo estuvo en la Casa Radical de Martínez, en Edison 1024, para participar del ciclo de charlas y debates que organiza la UCR y el PS de San Isidro. El legislador expuso sobre "Realidad Política Argentina y la construcción de una alternativa progresista".
En el encuentro estuvo presente el concejal radical de San Isidro Jorge Álvarez, el secretario general del Socialismo local Fernando Pose, el referente de la Juventud radical Juan Moreau, y el concejal de Vicente López e integrante del Comité Ejecutivo Nacional Carlos Roberto. Más tarde, el histórico Leopoldo Moreau se sumó entre los oyentes.
Antes de la disertación, Ricardo Cucovillo se prestó a una conferencia de prensa, moderada por el joven edil Jorge Álvarez. Allí, el legislador criticó a la oposición que solo muestra afán de protagonismo, dejó su postura sobre el debate del Presupuesto, y habló sobre una discusión que se viene: la despenalización del aborto. Además, explicó las intenciones de acuerdo que tiene su espacio con otros sectores políticos.
¿En el marco de la construcción de alianzas se sienten tan alejados del PRO o del Peronismo Federal, como del kirchnerismo?
Si, por supuesto. Por eso decimos que nuestro marco de alianzas, que se va a definir en marzo en un congreso nacional, es con el radicalismo, la Coalición Cívica, Proyecto Sur, el espacio de De Gennaro, sectores sociales, el GEN. Eso sería lo óptimo. Después la realidad terminará diciendo qué es lo que podemos hacer.
¿El Grupo A fue producto de una coyuntura y hoy está agotado?
Creo que está agotado hace mucho tiempo. Pero se mantienen en función de algo que no es nuestro. Nosotros estamos construyendo cuestiones de políticas comunes, para el mediano y largo plazo.
¿Qué puede comentar sobre la polémica reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales, el trompazo de Camaño, las cuestiones de privilegio que no fueron aprobadas?
Me parece que el escándalo termina tapando lo importante. A veces el afán de protagonismo, real o irreal, hace que se discutan cuestiones que no son fundamentales para el país. Creo que el resultante de la última sesión de la Cámara de Diputados fue el mejor escenario para el oficialismo. Creo que buscaban no aprobar el Presupuesto porque el anterior les significa atribuciones, posibilidades de manejo de fondos, y otras cosas que no permitiría el nuevo Presupuesto corregido por la nueva composición del Parlamento. El escándalo logra que el oficialismo postergue la discusión. Creo que hay actores, conscientes o inconscientes, que favorecen ese escenario. Hoy el escándalo tapa lo fundamental.
Lo que sucedió en la Comisión de Asuntos Constitucionales no es más que una práctica cotidiana de la que Argentina tiene que salir. Es la confrontación, la intransigencia, la pelea, la falta de diálogo. El cachetazo fue la frutilla que coronó todo eso.
¿Cuál es su postura sobre cómo debería ser el Presupeusto?
Creemos que hay que corregirle cuestiones básicas. Por ejemplo incorporar el 82 % móvil para los jubilados. También estaba la propuesta de Lozano, que avanzaba directamente sobre un nuevo proyecto. Lo que queríamos en conjunto, y por eso provocamos la vuelta a Comisión, es poder acordar un nuevo Presupuesto. El proyecto del Ejecutivo es una figurita. Está a punto de ser irreal. Pero no está la predisposición de ponerle algún freno, todo lo contrario. La posición mayoritaria del Congreso tenía la intención de avanzar sobre la aprobación del presupuesto, con alguna corrección.
¿Cuál cree que es la estrategia detrás de los sectores de la oposición que operaron para que no se apruebe el presupuesto?
No sé si hay una estrategia. Me parece que hay una práctica instalada de afán de protagonismo, del blanco o negro, que si ellos dicen una cosa nosotros tenemos que decir otra. Una mala acción encarada a veces genera la reacción no esperada. Creo que mayoritariamente son inconscientes. Si no tengo pruebas no puedo decir que a uno le pagaron. Si tengo dudas con algo no me parece mal sentarme con el presidente de la Comisión de Presupuesto para conversar sobre lo que no me gusta. Y nadie debería tener dudas sobre eso. La práctica indica eso. Seguramente Palacios se tuvo que sentar con gente con la que no pensaba igual, y más de una vez lo habrá hecho a solas. Generar una práctica de la sospecha ya es un deporte. Hay algunas compañeras que hacen un deporte de esto. Las estrellas se apagan. A veces vemos la luz pero la estrella ya se apagó hace rato. Yo creo que algunas estrellas se apagaron pero las luces todavía están, y se tiñen de rubio. Hay que romper con esas prácticas. Hay que demostrar que hay algo distinto. Y después que nos juzguen por lo que hicimos.
Ahora se viene un debate sobre la despenalización del aborto, ¿cuál es su postura?
Si. Y el partido tiene un esquema general de acuerdo en ese sentido. Creo que es importante que el estado se haga eco de la problemática. Hay 500 mil abortos por año. Es una cifra estimada porque es una práctica clandestina. Esto afecta a todo aquel que se lo realiza. Incluso a quien se lo realizó en la mejor de las clínicas, porque si no es físicamente igual hay una reacción fisiológica, afectiva, emocional. Pero fundamentalmente afecta a los pobres. Estas cuestiones hay que tomarlas, no hay que hacerse los distraídos. Estamos a favor de la vida, sin ningún lugar a dudas, pero la vida en su plenitud. A favor de la vida también para aquellos que están en riesgo de muerte cuando se practican un aborto. Hay una necesidad de profundizar la salud sexual y reproductiva. Tiene que haber una mayor difusión en los chicos del primario y el secundario. Nosotros tenemos distintos proyectos para debatir.