Un 17 de noviembre de 1972 volvía a pisar suelo argentino ese patriota llamado Juan Domingo Perón, tras largos años de exilio forzado por aquella “revolución” que la historia oficial llamó “libertadora”, pero que el pueblo descamisado de Perón y Evita sufrió en carne propia y le dio su verdadero nombre: fusiladora.
Obviamente, ese día no fue un día más para los argentinos. Fue una jornada particularmente especial para todo el pueblo peronista, ese pueblo que en 1955 se entristeció con la caída de su líder pero que siguió luchando, haciendo de la consigna del “LUCHE Y VUELVE”, no solo banderas o canciones, sino que esa consigna se transformara en esperanza, esperanza latente en cada corazón peronista y que tuvo su momento culmine aquel 17 de noviembre, 38 años atrás.
Por todo lo que significó ese 17 de noviembre, mejor dicho, todo lo que sucedió antes de ese 17 de noviembre a partir de 1955: persecuciones, proscripciones, fusilamientos, el decreto infame 4161, y muchas cosas más, es que festejamos el día del retorno del General a su patria como el DÍA DEL MILITANTE, en honor a todos los peronistas de ayer, de hoy y de siempre, que somos los que llevamos marcada a fuego la doctrina encendida en nuestros corazones por la llama de PERÓN Y EVITA, y que somos los responsables de que el movimiento nacional y popular siga vivo por siempre en el corazón de cada argentino, de cada peronista.
Aquel era el grito de una Argentina que quería devolverle al pueblo la grandeza y su felicidad. Era la causa convocante que muchos hombres y mujeres sintieron propia, arraigándose a las ideas y valores instalados por aquel gran hombre argentino y por la querida “abanderada de los humildes”.
Aquel ‘Perón Vuelve’ fue certeza movilizadora e identificatoria, de una fuerza y magnitud que nadie ha podido vencer. No pudieron derrotar aquel sentimiento, ni la organización del peronismo, “que de cada batalla emergía vigoroso y renovado. Fue esa lucha por la idea la que vio nacer a nuevas generaciones que comenzaron a enamorarse del peronismo.
Reivindiquemos con nuestras acciones, en el día a día, a aquellos que lo dieron todo por la Patria y por nuestro Movimiento. Solo nuestra militancia, despojada de egoísmos e intereses personales podrá conducirnos a realizar la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de nuestra Patria. De todos nosotros depende.
FIRMA: MIRTA WARD - CONCEJAL GRAL. SAN MARTÍN /// GRACIELA CAMAÑO - CONDUCCIÓN