La jornada se había organizado para que los dos altos funcionarios de los gobiernos bonaerense y porteño disertaran sobre la problemática que preocupa a millones de argentinos. Sin embargo, tanto el jefe de Gabinete de Scioli como el ministro de Media Ambiente de Macri enviaron representantes. La organización estuvo a cargo de la Fundación Ciudadana, y se buscaron soluciones integrales al conflicto de los residuos.
Por Antonela Galiani
“Una reunión de trabajo para tratar la Disposición Final de los Residuos en Buenos Aires”, fue el objetivo del encuentro convocado ayer por la Fundación Ciudadana en el Centro Argentino de Ingenieros. Es que la situación de los rellenos sanitarios de CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado) está colapsada, por lo que para 2012 se necesitará uno nuevo, y es que el acuerdo de 2008 entre Provincia y Ciudad para crear dos rellenos y dos plantas de transferencia sigue estancado.
Luego de cuatro horas de jornada, quedaron claras dos cosas: que se necesita ya una gestión integral de los residuos entre los diferentes organismos estatales, y que esta opción está cada día más lejos. La pequeña esperanza de que ayer se logre un acuerdo, que desemboque en una solución, se esfumó cuando el jefe de Gabinete provincial Alberto Pérez, y el ministro de Medio Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, no asistieron al encuentro. Ambos mandaron representantes.
Por el gobierno de Daniel Scioli asistió el ingeniero Pablo Termite, quien primero destacó el buen manejo del CEAMSE y sus avances logrados a lo largo del tiempo, y luego se enfocó en la responsabilidad de la provincia en materia de residuos. Recordemos que en el acuerdo de 2008 el gobierno de Scioli se comprometió a conseguir un predio donde instalar un nuevo relleno sanitario, mientras que el de Macri se responsabilizó en poner el dinero.
Tirando la pelota afuera, Termite aseguró: “La política no puede decidir el lugar para el relleno sin consenso, tiene que haber un acuerdo entre los ciudadanos con el aporte de las ONG. Después, nos van a acusar de que queremos imponer cosas”.
Por su parte Alberto Suárez, en representación del PRO, aseguró que se están “analizando muchas alternativas de tratamiento que están trabadas por la restricción de la Ley Basura Cero, por las sustentabilidad de un costo razonable y por la disponibilidad de acceso al suelo”. Y, desligando al macrismo de algunas responsabilidades, agregó: “La Ciudad ha rectificado la promesa de poner la plata para financiar las dos plantas y los dos rellenos, pero todavía no hay lugar disponible”.
MESA 1: LAS EXPERIENCIAS DE LA REGIÓN
Los disertantes expusieron sus discursos y luego los panelistas hacían pequeñas conclusiones, seguidas de preguntas dirigidas a los primeros. Así fue el sistema que encabezó Mora Arauz, de la Fundación, y del que participaron Humberto Borsani de la Municipalidad de Avellaneda, el doctor Antonio Piacquadio de la Municipalidad de la Matanza y el licenciado Marcos Cardaci de la dirección de Higiene Urbana de la Ciudad. Y como panelistas especializados la doctora Ana Lamas, el licenciado Marcelo Corti y la licenciada Carolina Ciancio.
En una mesa en la que cada municipio habló de su situación particular en materia de residuos, explicó sus iniciativas y sus proyectos para la concientización ciudadana, hubo puntos en común. Primero, todos coincidieron en que la solución para tratar los residuos debe ser regional e integral. “Tenemos que tomar conciencia a nivel provincial y nacional, ellos son los primeros que deben preocuparse por los residuos porque las soluciones a nivel local no sirven”, enfatizó Borsani.
Además, varios concordaron en que el tratamiento de la disposición final de los residuos es muy caro para la mayoría de los presupuestos municipales y que la responsabilidad ciudadana es un punto clave para el tratamiento de la basura. “Hay que tomar conciencia que el problema no es sólo del Estado. Es del generador de residuos, de las autoridades y de las decisiones políticas y ciudadanas que se tomen”, concluyó Cardaci.
MESA 2: LAS PROPUESTAS
Siguiendo la misma metodología de exposición, los disertantes de esta segunda vuelta fueron: el ingeniero Marcelo Rosso del CEAMSE, el licenciado Sergio Federovisky de la Agencia Ambiental de La Plata y la ingeniera de la UBA Marcela de Luca. Los panelistas: la ingeniera Rosalba Sarafian de AIDIS (Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria), el licenciado Pérez García, y nuevamente Marcelo Corti y Carolina Ciancio.
Clasificar las buenas y malas acciones del CEAMSE fue, sin duda, un ejercicio clave de la jornada, ya que es una empresa que se ha encargado durante más de 33 años del desarrollo ambiental nacional y que hoy gestiona el 40 por ciento de los residuos (un 17 se trata en rellenos más o menos formados y el 43 restante son arrojados a los más de 200 basurales a cielo abierto que existen).
Recordemos que el CEAMSE cuenta hoy con cuatro centros de disposición final: Villa Domínico, en etapa de cierre: Norte III, donde hoy se están enviando los residuos de la CABA; Gonzales Catán, que recibe los desechos generados en la Zona Oeste del AMBA; y Ensenada, que se encarga de los municipios de La Plata, Ensenada y Beriso. “El relleno del CEAMSE tienen la misma tecnología, diseño e información que Estados Unidos y Europa. Es cierto, los rellenos se van agotando por las 17 mil toneladas diarias que tenemos que tratar, pero la empresa busca desde 2008 un predio que todavía no se ha podido concretar”, se defendió Rosso.
Por su parte, Federovisky aprovechó la jornada para remarcar constantemente las “buenas acciones” de La Plata y explicar la posible instalación de una planta de tratamiento sólido de residuos en su municipio. Durante todo el encuentro el licenciado apuntó y criticó al CEAMSE. “Los municipios han perdido la capacidad de tener políticas ambientales y soberanas, ya que mediante el decreto-ley de 1977 que crea el CEAMSE se les ha impuesto obligatoriamente enviarle los residuos a esta empresa”, lanzó, entre otras acusaciones.
Por último, muchos de los integrantes de esta segunda mesa destacaron la importancia de trabajar en las etapas previas a la disposición final de residuos y de pensar en el bien común para poder crear nuevos rellenos sanitarios.