Hamm, Lobato y Mellea votaron a favor del proyecto que impulsó Carosio gracias al apoyo del oficialismo. Ward y Moreira prefirieron no bajar al recinto para no mostrar a un bloque con distintas posturas. Todo se definió minutos antes del inicio de la sesión en el primer piso del Concejo Deliberante.
Las paredes de los despachos latían intensos hasta segundos antes de que inicie la sesión. En el oficialismo todo fue calma y hacía rato estaba tomada la decisión de apoyar la iniciativa sobre tablas de José María Carosio para rezonificar los terrenos donde se prometió la construcción de viviendas para trabajadores municipales. Pero en la oposición, las aguas estaban divididas y se debatían sobre votar en contra e intentar explicar la negativa a un beneficio para los trabajadores; o torcer el brazo ante la inconsulta jugada legislativa del secretario general devenido en concejal.
Finalmente, Carosio consiguió 20 votos en el recinto y la aprobación. Sólo el bloque de Areses y Torres votó en contra. Los hombres del francisquismo podrían no haber quedado en soledad en la negativa si Mirta Ward y Fernando Moreira hubiesen bajado al recinto.
Hubo diferencias en el bloque Justicialista que integran los camañistas Guillermo Hamm y Mirta Ward, y los kirchneristas Fernando Moreira, Alejandro Mellea –que preside el bloque- y Osvaldo Lobato –estos dos últimos pertenecientes al sector gremial, textil y metalúrgico respectivamente-. De entrada, todos veían con malos ojos la “atropellada” de Carosio. Sobretodo porque ni siquiera fueron consultados de antemano.
Muchos coincidían en que el secretario general de los municipales podría haber intentado aprobar su Ordenanza algunas semanas antes dando ingreso por Comisión. También, en silencio, cayó mal el oportunismo del gremialista para mostrar la propuesta a pocos días de las elecciones en el Sindicato. Además, vale decirlo, cada concejal tiene sus preferencias a la hora de volcarse por un candidato u otro en la compulsa que definirá la conducción del gremio el próximo 4 de noviembre.
Pero sobre todo, lo que algunos no podían digerir era la firme sospecha que tenían sobre un pacto entre el Intendente Ivoskus y Carosio para poder aprobar la Ordenanza de rezonificación que permita al Ejecutivo ceder los terrenos al Sindicato. Más allá de eso, lo que ahora se preguntan es cuándo y cómo el concejal de Unión PRO le va a devolver el favor al jefe comunal, que bajó la orden para que su interbloque levante la mano.
En este contexto, el bloque Justicialista tomó distintas decisiones. Un día antes, Carosio habló con sus colegas gremialistas Mellea y Lobato. “No creo que compañeros que defienden a los trabajadores voten en contra” dijo a La Noticia Web el hombre del Sindicato. Efectivamente fue así. Más allá de que no les cayó en simpatía, el textil y el metalúrgico votaron a favor.
Hasta último momento meditaron su voto Hamm, Ward y Moreira. Los doce concejales de la oposición se aglutinaron en el despacho de Osvaldo Lobato, una diminuta oficina con apenas 4 sillas. Allí se definió todo y se dijeron muchas cosas fuertes cara a cara. Carosio no salió con buen semblante de esa reunión. Un opositor del grupo de los 12 confió a La Noticia Web: “Lo están haciendo sufrir un poco. Fue muy desprolijo todo lo que hizo”, en referencia al secretario general.
El más embroncado era Ricardo Torres, que no podía disimular su fastidio. Su compañero de bancada Xavier Areses tomaba todo con más calma y mostraba sonrisas irónicas.
En los pasillos, Ward habló a sus compañeros y pidió una “reunión como bloque”, que se desarrolló en la sala de comisiones. Allí se “cocinó” la postura del Justicialismo, que recién se conoció unos pocos minutos más tarde.
Ya en el recinto, Hamm expresó: “Voy a votar a favor de la gente y los trabajadores”. Con eso ya estaba todo definido, pero las bancas de Ward y Moreira estaban vacías. Decidieron no asistir a la sesión.
Ward y Moreira querían votar en contra, pero preferían no mostrar a un bloque partido. La histórica dirigente social había pedido el expediente a Carosio con mucha anticipación, pero nunca se lo facilitaron. Esto, y el obvio gesto de apoyo del oficialismo, la terminaron de decidir. Moreira la acompañó.
Más allá de esta diferencia, el bloque goza de buena salud. Las posturas dispares solo se remitieron a ese proyecto en particular. La señal de no mostrar un bloque partido fue consensuada pero la imagen de las bancas vacías habla por sí misma. Hamm, Mellea y Lobato, luego de los reclamos puertas adentro, votaron a favor. Ward y Moreira prefirieron no prestarse al juego de Carosio.