Estuvo cuatro años sin dirigir. En su regreso tomó un equipo sumido en la intrascendencia, le implementó buen juego, mística, amor propio y lo llevó hasta lo más alto. Claves del San Lorenzo de Ramón, Campeón del Clausura.
Por Adrián Cordara
Muy complicado estaba San Lorenzo de Almagro en el semestre anterior. Un equipo sin alma, sin juego, sin expectativas, que había recibido 7 goles contra Boca y 5 contra River. Pero en enero de este año la dirigencia del club de Boedo hizo lo mejor que podía hacer: contratar a Ramón Díaz.
Un técnico que hacía cuatro años que no trabajaba, muchas veces cuestionado, uno no entiende por qué, pero indiscutiblemente ganador. Ramón es sinónimo de buen juego, de picardía, de desdramatizar el fútbol, pero por sobre todas las cosas es sinónimo de triunfos.
Y llegó “El Pelado” con su verborragia a cuestas, y prometió resultados, buen juego, volver a poner a San Lorenzo en la pelea por cosas importantes. Y vaya que cumplió, lo hizo con creces. Seis meses después de llegar a la institución comandada por Rafael Savino, obtuvo un campeonato.
Ramón Díaz es un motivador, de esos que hacen que los jugadores estén por arriba de su nivel, pero también es un técnico con vocación ofensiva y admirador del buen juego.
En tiempos de fútbol mezquino, amarrete, opaco y aburrido, Ramón demostró que se puede ser campeón jugando bien.
ALGUNAS DE LAS CLAVES DE ESTE SAN LORENZO CAMPEÓN
El arquero: Apenas llegó Ramón, respaldó completamente a Agustín Orión. Tanto que el titular en ese entonces, Sebastián Saja, decidió dejar el club. Orión tuvo muy buenas actuaciones y en la actualidad es arquero de selección.
Lavezzi: En tiempos de TIRE Y AFLOJE con River por el pase del “Pocho”, Ramón se plantó ante la dirigencia de San Lorenzo y exigió que Lavezzi no sea vendido. El delantero fue uno de los pilares de este equipo.
Ledesma: Ramón llego y lo pidió. Era su prioridad, y el “Lobo” respondió con solvencia y quite, hasta fue convocado a la selección.
Inyección Anímica: Más allá de los aciertos tácticos y ofensivos de Ramón, no se puede negar que los jugadores estaban pasando un mal momento futbolístico. Desde la llegada del “Pelado” levantaron notablemente su rendimiento, adquirieron mayor confianza y aportaron solidez al equipo. Eso sólo lo logra un técnico motivador, de esos que no abundan en el fútbol argentino.
Sin duda alguna, Ramón Díaz es el autor intelectual de este campeonato de San Lorenzo. Próximamente, en el Nuevo Gasómetro, escucharemos una canción impensada hasta hace un tiempo para otro equipo que no sea River: “ Oy, oy, oy, oy, es el equipo de Ramón…”