Fútbol. Dos equipos, una sola pelota. Es evidente que cuando la pelota la tiene un equipo, el otro equipo no tiene con qué jugar.
Desde esa simple premisa, es importante tener jugadores que cuando tu equipo
tiene el balón, no lo pierdan. En circunstancias complejas, en momentos donde la pelota parece pesar más de lo esperado, como suele suceder en los mundiales, los jugadores que cuidan el balón se convierten en piezas importantes de sus equipos.
Argentina llegaba al Mundial con pergaminos y jurisprudencia de contar con
jugadores que saben cuidar ese tesoro redondo.
Pero poco antes del inicio de competencia, Leandro Paredes y Gio Lo Celso sufrieron lesiones. Gio fue baja en la lista, Paredes llegó a Qatar pero sin estar en su mejor forma. Scaloni con precisión de cirujano toma decisiones, hay que reemplazar a Lo Celso y eventualmente también a Paredes.
El primer rasgo de Scaloni que me hizo mirarlo con buenos ojos en el comienzo de
su trabajo al mando de la selección argentina, fue su evidente preferencia por los
jugadores de buen pie. Incluso al reclutar jugadores para tareas defensivas,
siempre el denominador común de los citados es la buena técnica. Se juega con un
balón, pues entonces cuidemos ese balón.
Primer partido del Mundial, un paso en falso. Argentina aunque no mereció perder
no había jugado bien. El equipo necesitaba refresco. En la segunda fecha frente a
México saltaron a la cancha Alexis Mac Allister como titular, y Enzo Fernández
entrando en el segundo tiempo. No salieron más.
“No se la pasen a los de amarillo” cuenta el anecdotario que fue toda la charla
técnica de Carlos Bilardo, en el recordado Argentina-Brasil del 90, después de un
primer tiempo donde nuestra selección no podía hacer pie.
32 años después, enfrentando a Australia en tierra catarí, Enzo y Alexis, le siguen
haciendo caso al doctor, nunca se la pasaron a los de amarillo.
Enzo tiene un brillo y una belleza estética en su juego que está enamorando a
propios y extraños, y Alexis con menos exposición en los títulos mediáticos, se
calzó la celeste y blanca, y cuando la pelota arde y la adrenalina se nos sale por los
oídos, también siempre se la da redonda a un compañero. Enzo pisó el área y metió magia colgándola de un ángulo contra México. Alexis pisó el área y con un tiro mordido abrió la cuenta en un partido muy cerrado contra Polonia. El dúo es de los más nuevos en esta selección, pero captó de inmediato la atmósfera de grupo. La solidaridad que potencia el talento.
Mac Allister (24 años) había sido figura en una selección olímpica que pasó sin
pena ni gloria por los juegos de Tokio. Se rumoreaba su citación para la selección
mayor, pero pequeñas lesiones en momentos de convocatoria parecía que lo
dejaban relegado.
El cuerpo técnico de Scaloni, una vez más, apelando a la calma y a la buena toma de decisiones, lo esperó. Y cuando por fin lo pudieron convocar, lo
pusieron, y pagó con creces en partidos de eliminatoria. No se bajó más del plantel.
Se hablaba poco de él, pero desde hace meses el cuerpo técnico lo tenía como una
fija.
Recuerdo despertarme en las mañanas de sábado o de domingo para ver futbol
inglés, y mientras mojaba las medialunas en el café con leche, ver como Mac
Allister se iba haciendo dueño de la mitad de cancha del Brighton jugando en la
Premier League, me generaba buenas sensaciones pensando en el Mundial.
Lo de Enzo (21 años) fue más rutilante. Juega en una zona de la cancha donde
Argentina tiene muchos nombres aptos y afianzados. Contaba incluso con menos
experiencia y menos convocatorias que Alexis. Pero su talento y personalidad,
hicieron que se dejara de verlo solo como futuro, y se le diera la chance ahora. Otro
acierto del joven y sensato cuerpo técnico de la selección, que suele caminar por la
lógica pero que no le escapa a tomar riesgos.
Es muy grato ver que Enzo sigue haciendo en tierras árabes y con esta camiseta, lo
que venía haciendo con la de Defensa y Justicia, la de River o Benfica, en otras
latitudes. Es grato ver a Alexis, haciendo lo que le vimos hacer en Argentinos Jrs, en
Boca o en las islas británicas.
El dúo de ojos abiertos y cabeza levantada, parece funcionar como un seguro en la
idea de que cuando Argentina tiene la pelota, la tiene posta. Pueden animarse a
pases filosos, pueden romper y sorprender en zonas ofensivas, pero lo
fundamental es que cuando la tienen no la dividen.
Leandro Paredes, crack y figura de la Scaloneta, quizá ya esté para volver, pero la
cuestión no está fácil. Enzo podría mover su posición central, para jugar un poco
más adelante y hacia la izquierda. Jugar más libre y con menos responsabilidad
defensiva quizá sea mejor para Enzo, pero en ese lugar está jugando Alexis, y lo
está haciendo muy bien. Difícil decisión para Scaloni. La buena noticia es que lo
difícil es por abundancia y no por escasez.
Caminamos emocionados pero con cabeza fría por este gran evento mundialista
que nos conmueve. Gratas sensaciones llegan desde Qatar.
El doble check que cuida el balón está activado.