Algunos aventuraron que el intendente de Tres de Febrero participaría del acto en el Complejo Plaza, desconocieron la naturaleza peronista del gremialista. Los dos ejes del Gobierno y el rol del ministro De Vido.
Por Elisa Rossi
Dicen que le cursaron la invitación y que hasta obtuvieron una confirmación de su presencia, sin embargo el intendente del distrito vecino Hugo Curto no fue parte del acto en el cual la Presidenta Cristina Fernández volvió al territorio de Ricardo Ivoskus.
La coyuntura política está cambiando, pero no tanto. Los memoriosos recordarán que el jefe comunal de Tres de Febrero raras veces comparte encuentros con su par de San Martín; por ejemplo, a la inauguración de la calle Ituzaingó asistió el poderoso secretario de Obras y Servicios Públicos, Humberto Olmedo, y ese es el mayor gesto que puede esperar la gestión ivosquista.
Además, en el Complejo Plaza se dieron cita gran cantidad de funcionarios –como Enrique García, disgustado porque extravió su abrigo- que encarnan la Concertación. Incluso mantuvieron una reunión previa donde quedó en claro que el frente puede continuar sin el vicepresidente de la Nación.
Curto ante todo es justicialista, y eso lo diferencia de estos referentes, aunque no ocurre lo mismo con el Gobierno, que teje alianzas a dos puntas.
El nexo con el PJ, en especial los intendentes llamados en alguna época “coroneles” –de un general que volvió por su tropa-, es el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, quien es un verdadero tanque, ya sea por los recursos que maneja como por su pertenencia al círculo de los “pingüinos”.
Casualmente, el jueves 31 de julio en Caseros compartió un asado con mandatarios de la primera sección. En este sentido, son habituales las comilonas en el quincho próximo al palacio municipal, donde en un contexto informal las máximas autoridades del país cocinan temas partidarios y de gestión.