La Casa Rosada hace silencio ante las provocaciones del kirchnerismo que busca recalentar la interna; Larroque señaló ayer que a Guzmán «no lo votó nadie».
En la Casa Rosada ya no piensan en contestarle al kirchnerismo. Ayer por la mañana, el ministro de Desarrollo a la Comunidad bonaerense alimentó las tensiones internas del peronismo protagonizando una nueva embestida contra el ministro de Economía, Martín Guzmán. Larroque es un dirigente que responde, sin intermediarios, a Máximo y Cristina Kirchner.
“No lo votó nadie. Me parece que en el 2021 hubo un veredicto a su política. Podemos seguir haciéndonos los tontos. Podemos seguir fingiendo demencia, pero también sepamos que está la gente de por medio”, sostuvo en una entrevista radial, en lo que fue un nuevo golpe del kirchnerismo a Guzmán.
Desde el albertismo hay unidad de criterio: No se le contesta a nadie. No se entra en ese juego.
Si bien no hay respuesta oficial a las críticas del kirchnerismo, las expresiones de fastidio internas dan cuenta del enorme desgaste por el sinfín de cuestionamientos que nunca terminan y que intentan boicotear las decisiones del Presidente.
En el Gobierno creen que la interna está agotada y que lo único que generan declaraciones como las de Larroque es poner en agenda un tema que no está entre las necesidades de la gente.
En la Casa Rosada no van a alimentar el fuego cruzado, pero tampoco van a hablar de la unidad como objetivo principal de la gestión política. Están volcados a gestionar y a poner todo el énfasis en la agenda económica, principal preocupación de la sociedad. Sobre todo, las batallas que quiere dar Alberto Fernández para intentar contener la escalada inflacionaria.
Daniel Scioli, embajador ante Brasil y experto en recibir críticas desde el kirchnerismo aconsejó a Alberto: “Fingir demencia”, recomendó. Una manera de poner en el olvido todas y cada una de las provocaciones que lleva adelante el kirchnerismo. Claro está, Scioli fue víctima del modus operandi que esmerila desde dentro.
Es por eso que tras las tensiones y las diversas declaraciones de las semanas pasadas, en la Casa Rosada están enfocados en la gestión y evitarán ingresar en confrontaciones estériles.