
En el medio de negociaciones que no avanzan por la falta de acuerdo en el sendero fiscal, este viernes vencen US$ 718 millones con el Fondo y el lunes siguiente otros US$ 366 millones.
La dolorosa guillotina de los vencimientos del FMI se pondrá más filosa esta semana. El viernes se debería pagar al organismo internacional unos 717 millones de dólares y el lunes 1° de febrero otros 368 millones en concepto de intereses.
Todo en medio de las negociaciones truncas que lleva a cabo el Gobierno con el fondo, el mercado quisquilloso ante este panorama (dólar blue parece no tener techo y el riesgo país se dispara) y con escasas reservas en el Banco Central.
Las reservas brutas perforaron el viernes el piso de US$ 39.000 millones. Si se consideran solo las de libre disponibilidad (sin contar el swap con China, el oro y los encajes bancarios), el stock, según varias consultoras económicas está entre los 1500 y 2 mil millones de dólares.
Lo que haga el Gobierno respecto a estos vencimientos próximos aún es un interrogante. La propia portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, manifestó que aún no hay una decisión tomada con respecto a esos pagos. Ambas opciones son un dolor de cabeza: si no se paga será un pésimo mensaje para un mercado escéptico que monitorea constantemente lo que sucede con el FMI; si se abona, la máxima entidad monetaria se quedará prácticamente sin reservas y con margen de maniobra.
El horizonte será incluso más exigente hacia adelante. Más allá del vencimiento conjunto de casi 1.100 millones de dólares entre viernes y lunes, entre fines de febrero y marzo tendrá lugar una obligación de pago aún mayor: no solo caerán otros USD 2.800 millones de deuda hacia el FMI -que ya lucirá imposible de pagar- sino que además deberá girar otros USD 200 millones al Club de París a fines de febrero. Luego, quedarán otros USD 1.900 millones a refinanciar.
El sendero fiscal es hoy la mayor diferencia entre la Argentina y el prestamista multilateral. Mientras el FMI exige que se llegué al equilibrio en el 2025, el Excel de Guzmán, con el aval y pedido del kirchnerismo, proponen terminar de equilibrar las cuentas para el 2027.
A pesar del encuentro que mantuvieron la semana pasada el ministro de Economía y la vicepresidenta, los súbditos a Cristina de Kirchner esbozan cuestionamientos sobre Guzmán dentro de la coalición por las resultados que esperaban y no se concretarán como son las quitas sobretasas y el cambio de estatutos para estirar el vencimiento de pagos más allá de 10 años. “Eso es porque el genio de la lámpara les vendió que podía conseguir quita de capital, reducción de sobretasas, cambios en el estatuto del Fondo y ahora se dan cuenta de que nada de eso prosperó porque, según dice, Kristalina Georgieva quedó debilitada internamente. Por eso estamos en un escenario más complejo que antes”, señalan desde el Instituto Patria.
No obstante, el Frente de Todos quedó conforme con la visita del canciller Santiago Cafiero a Washington para conseguir el apoyo más importante: el de EEUU. El secretario de Estado, Antony Blinken, se hizo un rato en medio de la crisis ruso-ucraniana para recibirlo y aseguró: “Apoyamos firmemente las negociaciones de la Argentina con el FMI”.
En paralelo, Alberto Fernández tiene agendado en los próximos días visitar primero Rusia y después China. Si el conflicto de Ucrania lo permite (un tiempista el presidente argentino) el mandatario se reunirá con su pares Vladimir Putin y Xi Jinping.
Incluso, hay versiones cruzadas de que el Gobierno argentino le pueda llegar a solicitar a Rusia los DEG que recibió del FMI para pagar los vencimiento que están al caer. La idea con sello cristiniata podría utilizarse para incomodar a la Casa Blanca, que intenta frenar el avance oriental en América Latina. Por ahora solo especulaciones.