La disputa entre sectores kirchneristas por hegemonizar las listas locales se dirimió en función de las necesidades de Cristina Fernández. En los distritos de Zona Norte la Concertación Plural hace valer su lugar.
Mientras el eje PJ-FPV gritaba a los cuatro vientos que habría una sola boleta por distrito, y que a los Radicales K les darían “un puestito de concejal” debajo de todo, estos respondían que “el presidente sabe honrar los acuerdos”.
Ahora se supo extraoficialmente. De manera oficial se anunciará después del 11 de agosto, que salvo en los distritos donde las fuerzas oficialistas tengan un liderazgo fuerte, donde son gobierno, como en Tres de Febrero, Ituzaingó, Luján, Pilar, Campana y otros, donde solo habrá una boleta K, en los otros distritos se autorizarán dos y hasta tres papeletas electorales.
En Vicente López y San Isidro la boleta dirá: “Concertación Plural, Frente para la Victoria Cristina Fernández de Kirchner-Scioli-Posse o García”, y quienes la enfrenten dirá FPV-PJ o algún sector vecinalista. Pero las realidades de los dos distritos son muy distintas, mientras al sector de Fontanet y Galmarini les gustaría ser integrados a una sola lista encabezada por el intendente, para no verse en la obligación de confrontar y perder por mucho, en Vicente López el kirchnerismo puro está fracturado, uno forma parte del gobierno de García, otro es su enemigo mortal, y entre medio hay concejales y dirigentes que todavía no saben para qué lado inclinarse.
Un dirigente del Possismo manifestó “off the record” que “se alegra que el Cuto Moreno empiece a reconocer la importancia” del sector para la política de Concertación Plural del presidente: “Sin nosotros la Concertación no existe.”
Esto abre la posibilidad de que los Radicales que gobiernan jueguen fuerte en otros distritos, como Escobar, donde aumentan las chances de que el diputado Roberto Costa termine siendo el candidato Kirchnerista que enfrente a Patti.