
Era el año 1958. Arturo Frondizi, con los votos prestados del peronismo que estaba proscripto, asumía la presidencia de la Nación. Alicia Beatriz Blanco Villegas se transformaba en la esposa de Franco Macri. Iban a tener seis hijos, cuatro varones y dos mujeres. Uno de ellos llegó a presidente de la Nación Argentina.
Por Miguel Angel de Renzis
Era el año 1958. Arturo Frondizi, con los votos prestados del peronismo que estaba proscripto, asumía la presidencia de la Nación.
Alicia Beatriz Blanco Villegas se transformaba en la esposa de Franco Macri. Iban a tener seis hijos, cuatro varones y dos mujeres.
Uno de ellos llegó a presidente de la Nación Argentina.
Años antes, en 1946, Juan Domingo Perón había rePatriado la totalidad de la deuda externa. La “fusiladora” nos hizo socios del Fondo Monetario y Frondizi pidió el primer crédito.
El primer endeudador argentino fue Bernardino Rivadavia, con el empréstito de la Baring Brothers, al que siguieron todos en la misma ruta, hasta Perón.
Después del General, la Argentina pasó de país acreedor a país deudor. Y comenzó el festival de deuda con el Fondo.
Hasta que llegó Néstor Carlos Kirchner, que volvió a cancelar la deuda con el Fondo Monetario.
Y apareció en nuestras vidas en nuevo Rivadavia, Mauricio Macri.
Los cuatro años de Macri fueron los años de la ceocracia al poder.
En 1973, con el regreso del peronismo se solía hablar de la “Patria metalúrgica” para referirse al poder de la UOM. Pero nadie reparaba que la Patria metalúrgica era justamente la actividad industrial plena.
Con Macri llegó la ceocracia de “Macrilandia”, el liberalismo antiestado se apoderó del mismo para favorecer a los privados, e hicieron la “Patria privatista”. Es decir, “Macrilandia”. Es decir, un país para pocos.
Ayer, en el aniversario de Diego Armando Maradona, se recordó al astro del futbol argentino en su natalicio. En 1995 Mauricio Macri como presidente de Boca recibió de Diego el apodo de “cartonero Baez”.
Ariel Crisanto Baez era un cartonero que usaron como testigo fallido cuando Carlos Monzon asesino a Alicia Muñiz.
Maradona decía entonces a la prensa, refiriéndose a Macri: “Si piensa que los jugadores de Boca somos empleados de Sevel, está muy equivocado”.
Y Maradona se terminó yendo de Boca.
Mauricio Macri había llegado para usar al club como trampolín para sus negocios y aventuras.
Boca ya había tenido una experiencia anterior con Alberto J. Armando que, usado por la dictadura de Lanusse, terminó siendo candidato a gobernador de Buenos Aires, por la formula Ezequiel Martínez, el candidato que “era joven y podía” (supuestamente).
Macri endeudó a la Argentina por 100 años y promocionaron el préstamo queriendo decirle al país sobre la confianza que se gozaba en el sistema crediticio mundial. Lo que no dijeron que el capital se devuelve en 16 años, y el resto de los años son intereses al mejor estilo Rivadavia. Lo que no contaron es por qué mandaron el oro a Londres. Lo que nunca explicaron fue quién se llevó la plata del Fondo Monetario Internacional que el “loco” Trump le hizo la gestión para que Macri gane las elecciones y no solo la perdió sino que se evaporó el dinero.
El país de Macrilandia tiene prófugo a Pepin Simón Rodriguez, el jefe de la mesa judicial que aconsejaba llenar de presos con sus enemigos políticos las cárceles del país.
En Macrilandia se vacío el Banco Nación para prestarle a los estafadores de Vicentín, que a su vez fueron los financistas de Cambiemos y que quisieron engañar a propios y extraños con supuestas donaciones de indigentes.
Ya en el final de Macrilandia hizo su última y más audaz inversión: Mauricio Macri Blanco Villegas viajó con un misterioso portafolio a Asunción del Paraguay, sobre el cual habló Esmeralda Mitre.
Macrilandia goza del respaldo de difusión notable desde quienes añoran su regreso.
Esa prensa canalla está esperando las elecciones del medio tiempo para profundizar la etapa destituyente. Por eso decimos “Macrilandia, el país de nunca jamás”.
La seguimos mañana a las 6 por AM 650 Radio Belgrano.