La relación entre el director técnico Néstor Gorosito y sus dirigidos no sería la mejor, hecho que acentuaría la crisis futbolística que se vive en River.
A la pelea entre Danilo Gerlo y Radamel Falcao en el entretiempo del encuentro ante Huracán le continuó la división en el plantel, manifestada en varios casos por determinadas decisiones del entrenador que no caen bien a algunos jugadores.
Con este panorama, se puede hablar, entonces, de un equipo no sólo dividido, sino además enfrentado con su máximo responsable, el técnico.
Los últimos síntomas del malestar se observaron tras el entrenamiento de ayer, cuando algunos futbolistas habrían comentado a allegados que no estaban conformes con las decisiones de Gorosito de cambiar jugadores tan continuadamente.
Los futbolistas reclaman también que se defina un estilo de juego.
Pero de todo esto, lo más sorprendente fue que Gorosito no haya intervenido en la pelea entre Gerlo y Falcao.
La discusión de ambos empezó en el terreno de juego y a la vista de todos, cuando se dirigían hacia la manga. El técnico estaba a sólo unos metros de ellos y a pesar de observar lo que se venía, con el colombiano levantado la voz, no intervino.
Esta actitud pasiva no sólo asombró a los jugadores, sino que también molestó.
Pero la situación no culminó en eso: se prolongó en el último entrenamiento, ayer, cuando el entrenador no apeló a fuertes críticas hacia sus dirigidos, ya que el equipo venía de perder por goleada en Parque Patricios.
Por el contrario, la charla duró apenas diez minutos y no tuvo recriminaciones hacia los futbolistas.
El entrenamiento en Ezeiza de hoy será fundamental para saber cuáles serán los próximos pasos del técnico respecto de un equipo sin ánimo. Gorosito deberá resolver desde hoy si apela a los juveniles o si sigue apostando a un equipo que se quedó sin alma y no le responde.