
El secretario de Desarrollo Social de San Martín, Oscar Minteguía, charló con UrbanaBA sobre la situación social detrás de las nuevas restricciones impuestas por Nación. ¿Aumentaron los esfuerzos? ¿Se vacunará a la gente de los comedores? ¿Habrá un nuevo IFE?
En el medio de la situación sanitaria y con las restricciones también aparece el pulso de lo social y de cómo los Estados están viendo las necesidades de la gente. ¿Cómo estás en esta nueva etapa desde Desarrollo?
Los valores de contagio y de la pandemia son muy altos. Superan ampliamente todos los picos del año pasado. Pero yo creo que hay una angustia que no sentimos respecto a lo del año pasado que era no saber dónde estábamos parados y qué era lo que nos estaba ocurriendo. Esa angustia ante lo desconocido no la tenemos. Tenemos la angustia, al contrario, de lo muy conocido y de lo que puede ocurrir si no somos capaces de asumir conscientemente las responsabilidades que tenemos.
¿Y en lo social?
No tenemos que perder de vista que la situación es dramática desde antes de la pandemia. La pandemia agudizó los problemas. La restricción a la circulación limitó la posibilidad de la generación alternativa de ingresos a partir de changas, actividades no formales.
Las políticas activas que hoy se le da a la gente son muchas. Desde tu área son un montón. ¿Hay algo que tuviste que modificar o agregar para esta nueva etapa? ¿Hay más gente en los comedores? ¿Mayor asistencia?
Si. También tiene que ver que las temperaturas de verano también impactan en las estrategias de la gente para conseguir los alimentos. El invierno siempre implica la dureza del frío y una necesidad mayor. Eso números entonces, después de un enero y febrero más tranquilos, van creciendo luego de un marzo de transición y un abril donde empiezan a aumentar las cantidades. Nosotros, en nuestra planificación de presupuesto del año pasado hicimos una suposición de que íbamos a estar por lo menos seis meses más en la misma situación de crisis. Con lo cual, tenemos los recursos necesarios como para seguir distribuyendo el volumen de alimentos que distribuimos el año pasado, que llegaron a 500 toneladas por mes.
Hay personas que a lo mejor ahora necesitan ayuda social y que antes no. ¿Cuáles son las ventanillas de contacto de la Municipalidad para entrar en este circuito?
Nosotros tenemos una característica bastante distintiva a otros lugares que es que hay una red desparramada por todo el territorio. Que son como sensores que nos permiten estar cerca de la gente. Son 180 comedores y merenderos distribuidos por todo San Martín. Treinta iglesias evangélicas y 18 católicas que reciben una ayuda alimentaria. También está la Oficina de Atención a la Comunidad, que es quien hace el abrazo urgente para casos en que hay que actuar de una manera más rápida o constante. Tenemos una red de referentes barriales y dirigentes de distintas organizaciones sociales y políticas que están muy cerca de los vecinos y vecinas. No tenemos esa necesidad de tener dos o tres ventanillas porque a la gente le llegamos, no hemos dejado de llegarle nunca.
Te pregunto por el tema de la vacunación para los integrantes de los comederos y merenderos. ¿Cómo se articula esto con los movimientos sociales?
Nosotros estamos haciendo esa petición desde el año pasado y conjuntamente con las organizaciones sociales. En cada reunión que tuvimos con el ministro de Desarrollo Social de la Nación (Daniel Arroyo) y con la actual ministra de Salud (Carla Vizzotti) planteamos la necesidad de contemplar a las personas que están en contacto directo proveyendo estos servicios. No perdemos la esperanza de que con la afluencia de las vacunas que está consiguiendo el Gobierno nacional se contemple esa posibilidad. Es muy importante que eso ocurra.
Recién usted graficaba muy bien cuál era la situación de las familias más vulnerables en el distrito. La semana anterior, el Cuervo Larroque, ministro de Desarrollo Social de la Provincia dijo que para él debería haber continuado este año el IFE. ¿Usted tiene mirada similar?
No. En primer lugar, todos los sectores de la vida privada y pública tenemos que tomar nota de una vez por todas de que existe una categoría de trabajadores y trabajadoras que desarrollan actividad económica generando ingresos para sus familias y no lo hacen a través del empleo en relación de dependencia. De eso hay cada vez más desde los 90s. El IFE hizo que nos diéramos cuenta de eso. Debemos pensar estrategias, no se si el IFE tal cómo era. Pero sin ningún lugar a dudas hay que pensar algo para ese sector.