La Argentina post mortem
18 enero, 202110 contra 1. “Los débiles están ahí para justificar a los fuertes”, dijeron los 10 y dijeron mal.

Por Facundo Pedrini
Un pelotón de fusilamiento de barrio cerrado te celebra en el suelo.
Preparan. Apuntan.
Fernando.
Sos fiscal y estás tirado en el baño con un tiro en la cabeza. Caiste como Nisman y llegaste al suelo como Yabrán, La Argentina post mortem, la experta en indicios, te va a alejar de los hechos y te va a acercar a las pistas: La teoría de los sicarios, la hipótesis de la ketamina, el rastro de tu último aliento, la distancia del tiro, el arma gemela, los 40 llamados que no atendiste, los 400 vecinos que no te conocían y hasta el conductor arrodillado apuntándose en la sien con las manos mientras un columnista lo desviste en vivo.
El país enloquece de replicas. Una junta médica de 13 peritos jura suicidio. Gendarmería dice homicidio. 50.000 paraguas negros piden justicia y renuncia con el mismo tono de voz. Los zócalos de la televisión van más rápido que la fiscal. Y piensan parecido a la viuda. El panelismo discute flexión de dedos y moretones. Media docena de periodistas preparan libros que no se parecen: muchas ganas de estar exagerando, muchas ganas de estar equivocados. Un cronómetro en TN cuenta los minutos en que Cristina no habla. La oposición tiene un oído en Puerto Madero y el otro en Marvel. Lagomarsino no puede vender un auto usado nunca más. Berni se deja crecer el silencio. Netflix arma un documental mientras un publicista no tan anónimo empapela la ciudad con el fiscal en un VIP a las 3 de la mañana.
A la larga, el hubiera pesa más que todos juntos.
El país de Nisman y la Argentina de Fernando/ La mecha corta de los hartos y la inocencia que espera la patada/ Se van a recordar entre sí.
Y van a llorar el mismo día.