Mientras la Sub 20 obtuvo el sexto campeonato mundial en su historia, la Selección Mayor no logra una Copa América desde 93, y un Mundial, desde el 86. ¿Por qué la Mayor no puede lograr títulos? ¿Cuál es la diferencia? ¿Somos los mejores?
Por Adrián Cordara
Los colores son los mismos, la camiseta es la misma, lo que cambia es la edad. Unos son chicos, los otros son hombres. Todo hace pensar que cuando un jugador llega a la selección mayor, está en el pico de se rendimiento (de su vida útil como futbolista), porque suma experiencia a su habilidad y a su nivel de juego. La lógica indicaría que si Argentina gana campeonatos mundiales en la menor, también debería lograrlo en la mayor. Pero la lógica en el fútbol casi nunca se da, eso es lo que hace a este deporte tan maravilloso, aunque en este tema puntual nos moleste que no se dé. De hecho muchos jugadores que han formado parte de equipos campeones juveniles, no pudieron repetir en la Mayor.
Algunos dicen que esto se debe a la presión: presión de los hinchas, que proyectan todas sus frustraciones y alegrías en el fútbol. Entonces si se gana “SOMOS los mejores del mundo” y si se pierde “SON unos muertos que no bancan la celeste y blanca”. Presión del periodismo, o para no generalizar, de ese “periodismo panqueque y berreta”, que no sigue una línea de pensamiento, que acomoda su discurso según el resultado y que alimenta el “matar o morir”, el “ellos o nosotros”, y que después se sorprende e indigna cuando sucede algún hecho de violencia.
Otros dicen que la diferencia está en que muchos jugadores de la actual Sub 20, debutaron hace años y hoy juegan en equipos importantes de Europa, cosa que no sucede en las otras selecciones juveniles del mundo. Sin embargo haciendo memoria, las copas del 79 (obviamente sin contar a Maradona y Ramón Díaz), 95 y 97 se lograron con grandes proyectos de jugadores, pero que, en su gran mayoría, no habían debutado en primera. Y los más fundamentalistas, afirman que los jugadores de la mayor están muy cómodos en Europa, y que sólo les preocupa seguir ganando millones en Euros, comprar autos caros y vivir en una mansión con pileta, jacuzzi, sauna y…, bueno, eso a quién no le gustaría.
Quizás la respuesta no merezca tanto análisis, quizás es más simple de lo que pensamos, quizás no queremos aceptar la realidad. Aceptar que en las juveniles somos superiores, pero que en las mayores somos un buen equipo, pero NO, los mejores del mundo. Podría seguir tratando de entender qué es lo que sucede, el por qué, el cómo, de qué manera. Pero soy de este país, del TE AMO TE ODIO, del TRIUNFO FRACAZO, del HOY ARRIBA, MAÑANA ABAJO, entonces no puedo ser ajeno a la actualidad futbolística.
Hay que felicitar a esos “pequeños gladiadores”, a “esos titanes del balompié”, que dejaron la vida en cada pelota, que hicieron de cada partido un poema de Neruda, de cada gol una pintura de Dalí, y lograron su objetivo, son un gran ejemplo para esta sociedad; no como los jugadores de la mayor, que no les importa la gente y que juegan sin ganas, esos chicos merecen un MONUMENTO, gracias a ellos SOMOS LOS MEJORES DEL MUNDO, me voy a festejar al Obelisco, YO… ARGENTINO.