En una multitudinaria convocatoria en la Avenida 9 de Julio, el Presidente de la Nación pidió “convencer a los que están dudando”, profundizar la fiscalización y que se supere la cantidad de gente que fue a votar. Además, señaló que la del próximo domingo será “la elección real” que definirá “nuestro presente y futuro por muchos años”.
Miles de personas de diversas partes del país colmaron la Avenida 9 de Julio en cercanías del Obelisco en el marco de una de las últimas –y la más importante- marcha del ‘Sí, se Puede”. El candidato y presidente de la Nación, Mauricio Macri, brindó un discurso de 25 minutos con un contenido que apuntó predominante y directamente al sentimentalismo.
A ocho días de las elecciones generales del 27 de octubre –a las que definió como “la real que definirá nuestro presente y futuro por muchos años”- les pidió a los presentes que salgan a “convencer a los que están dudando”. “Tenemos que dar vuelta la elección”, añadió y en este sentido puso el foco en mejorar la fiscalización y que la asistencia de votantes supere a la de 1983. Creen que esa masa de ciudadanos que no la han hecho en agosto se inclinaría mayormente por la propuesta de Juntos por el Cambio.
En cuanto a la gestión, fue muy breve la exposición al respecto y prácticamente sin autocrítica. Como en ocasiones anteriores explicó que “los problemas que teníamos que resolver eran mucho más profundos de lo que pensábamos, resolverlos lleva tiempo”. En el mismo sentido, agregó que “el esfuerzo valió la pena, hoy estamos mejor parados para crecer sobre bases sólidas”.
La referencia al gobierno anterior y al Frente de Todos, sin mencionar a ninguno de sus dirigentes, estuvo presente. “No aceptemos que los que destruyeron el país nos digan que ellos son los que saben. No queremos volver a repetir la misma historia una y otra vez”, remarcó Macri.
“No nos vamos a quedar callados viendo como nos roban el futuro” añadió el Presidente y, a partir de allí, reconoció que durante un extenso período de tiempo en el pasado fueron “una mayoría que miró de lejos, que prefirió no meterse porque creyó que las cosas no iban a cambiar. Fuimos relegando espacios, dejando en manos de unos pocos que creyeron que tenían todo el poder, relegamos nuestra libertad”.
“Fuimos alzando la vos y tomando fuerza y dijimos basta. Esta es la rebeldía de las personas de paz, no queremos violencia pero no estamos dispuestos a dejaron llevar por encima una y otra vez”, remarcó.
Macri fue el único orador y lo acompañaron en el escenario su candidato a vicepresidente y senador nacional, Miguel Ángel Pichetto, y su esposa, Juliana Awada.
Según datos preliminares del oficialismo, estiman que la convocatoria habría superado las 500.000 personas.