Había sido duramente criticado por la oposición porteña y los docentes. Santilli asumió en Obras Públicas y Burzaco como jefe de la cuestionada Policía Metropolitana que, según Macri, estará en la calle "en los próximos días".
Mauricio Macri le tomó juramento a los ministros de Espacio Público, Diego Santilli, y de Educación, Abel Posse. Además, asumieron el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, y el secretario de Medios, Miguel de Godoy. "Nos falta hacer muchísimo", admitió
Luego de la asunción de los funcionarios, Macri realizó un balance de gestión. Dijo que aprendieron de los errores y admitió que aún falta hacer "muchísimo más". En ese marco, anunció que los próximos años de gestión tendrán tres ejes principales: niñez, seguridad y movilidad.
Con respecto al primer punto, adelantó que se trabajará para que todos los chicos de la Ciudad tengan las mismas oportunidades, comprometiendo el esfuerzo para que todos aquellos que tengan entre 45 días y cinco años puedan ingresar a las escuelas y se reciban con salidas laborales.
En el aspecto de seguridad resaltó la "inédita decisión" de armar una nueva Policía, que estará "los próximos días en la calle", según informó el propio jefe comunal.
Finalmente, informó que se apuntará a organizar nuevos carriles exclusivos, más bicisendas, y se impulsarán las prometidísimas obras en el subte durante la campaña electoral.
"Estamos convencidos que se logró cambiar la tendencia de años de desinversión. A la hora de rendir cuentas, en dos años hemos hecho mucho más que en los últimos 10, pero sabemos que falta muchísimo más", dijo Macri, y concluyó: "No nos van a poder parar y nadie nos va a comprar".
Posse recibió fuertes críticas de toda la oposición al macrismo después de que ayer se difundieran opiniones suyas en contra de la negociación salarial docente, en las que consideró, entre otras cosas, que las garantías constitucionales son "un virus ideológico", y en las que resaltó que el "Estado tiene la obligación de reprimir" las protestas cuando amenazan con convertirse en un delito.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, arremetió contra el flamante ministro. Dijo que es un "faccioso", un "misógino" y un "enorme burro" con una "dudosa formación democrática". Su nombramiento "es una catástrofe para la totalidad de los componentes de un gobierno", evaluó Fernández, quien le endilgó a Posse haber estado "del lado de los gobiernos de facto" y defendiendo "su propia política de aquellos que fueron responsables del terrorismo de Estado".