Un relevamiento de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) asegura que al menos el 35 por ciento de los docentes del Conurbano se ve afectado por esta situación
El estudio destacó que estos no son "hechos excepcionales", sino que se repiten a menudo en el sector educativo, donde los pedidos de licencia por estas razones tienen una mínima histórica del 10 por ciento.
El relevamiento, que fue difundido por el matutino Diario Popular, atribuyó el estrés psicosocial que sufren los educadores al mal comportamiento de los alumnos en las aulas, las presiones de los padres y las cada vez más frecuentes agresiones físicas.
Daniel Tineo, especialista en Medicina del Trabajo a cargo del área de Salud Ocupacional de la FEB, manifestó que el trabajo docente "es actualmente uno de los sectores laborales más proclives a sufrir la incidencia de los riesgos psicosociales".
El especialista detalló que los riesgos a los que se exponen los maestros son cuadros de fatiga psíquica, distress ocupacional y síndrome de Burnout (más conocido como "quemado por el sistema"), hostigamiento psicológico laboral o acoso laboral ("mobbing").
"La incidencia y prevalencia de estas situaciones es de tal magnitud que la actividad docente se ha transformado en una profesión de riesgo presentando a la escuela como un ámbito no saludable y de malestar permanente, donde el educador debe enfrentarse diariamente a una situación emocional influida", dijo Tineo.
Sobre las situaciones disparadoras de este cuadro, el experto observó que los factores de riesgo "son multicausales" y añadió que no sólo la violencia por parte de los alumnos "estresa al docente". En ese sentido, remarcó que también afectan la inseguridad laboral, las condiciones retributivas inequitativas, el exceso de responsabilidad al manejar la potestad transitoria de menores a cargo, sobrecarga de alumnado por aula, pérdida de autoridad educativa y ausencia de armas sancionatorias a aplicar en situaciones extremas.
Asimismo, el especialista de la FEB puso de relieve la elevada carga mental de trabajo, pérdida del rol de educador en la sociedad, falta de reconocimiento, crisis de valores en el hogar, desmotivación y apatía progresiva por parte del alumnado asociada al consumo de estupefacientes y conflictos interpersonales padres-alumnos.