El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, recuerda esa competencia como "un gran Mundial", e insistió en que cualquier país del planeta está habilitado para ser sede de la Copa.
"Da la impresión de que el modo en que los aficionados y los medios recuerdan aquel evento es como un gran Mundial", dijo a la agencia DPA el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, en el día del trigésimo aniversario de la final de aquel torneo.
"En la FIFA creemos que cualquiera de las asociaciones miembro tiene el derecho de participar y postularse para cualquiera de los certámenes que organizamos", insistió a DPA Blatter, descartando expresamente cualquier "cláusula democrática".
Las circunstancias en que se jugó aquel Mundial fueron muy especiales. Argentina estaba gobernada por una dictadura militar desde marzo de 1976, y para mediados de 1978, cuando 16 países comenzaban a luchar por el título, las denuncias de violaciones a los derechos humanos y miles de desaparecidos arreciaban desde el exterior.
Hoy, el balance de aquellos años habla de hasta 30.000 desaparecidos.