Unos sesenta sindicatos agrupados en la facción de la CGT platense autodenominada “José Ignacio Rucci”, quieren ingresar en el Ejecutivo provincial, envalentonados por la derrota del oficialismo y por la apertura que generó la designación del “Cacho” Álvarez en Desarrollo Social. La bronca contra el sindicalista de UPCN, Carlos Quintana.
El resultado de las elecciones del pasado 28 de junio abrió las puertas a algunos sectores cuyo límite era la gestión, pero que ahora buscan aprovechar el momento de transición para penetrar las filas del Ejecutivo provincial.
Tras varios cambios en el gabinete de ministros del Gobierno Nacional, lo mismo se espera que suceda en el equipo de Daniel Scioli, que ya dio muestras de haber interpretado el mensaje de las urnas al designar en el ministerio de Desarrollo Social, a un intendente del Conurbano como Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera.
Fue el flamante ministro quien dejó traslucir que el gobernador busca sumar distintos sectores al gobierno. En ese sentido, desde la CGT de La Plata “José Ignacio Rucci”, señalaron que hay en el sector gremial una tensa expectativa para recibir un llamado del Gobierno que comanda Scioli, sobre todo luego de que se mostrara en un tono cooperativo con el sector agropecuario.
Como pudo saber este medio, hace diez días se reunieron las autoridades de esa facción de la CGT con el jefe de gabinete bonaerense, Alberto Pérez, para reclamarle al Gobierno provincial que deje de apoyar al histórico sindicalista de UPCN.
Es que la CGT de La Plata está dividida desde octubre del año pasado, cuando por un pedido del líder camionero Hugo Moyano, se inició un proceso de “normalización”. Fue así que 58 sindicatos formaron una CGT paralela a la que llamaron “José Ignacio Rucci” y eligieron nuevas autoridades –como secretario general quedó Julio Castro, de Obras Sanitarias–. Del otro lado quedó Quintana, junto a sólo cuatro gremios más.
Quintana, que hasta el 10 de diciembre ocupará una banca en la Cámara Baja provincial, acompañó al oficialismo en las elecciones del pasado 28 de junio, pero no logró renovar su banca.
Entonces, al perder el dominio de la CGT que ostentaba hasta el año pasado y al quedarse sin lugar en la Legislatura bonaerense, ya es considerado un “cadáver político” para los gremialista de la “Rucci”, mucho mayores en números que quienes responden al actual diputado.
Lo que le critican además, es que se muestre junto al Gobierno como el gremialista que representa a los sectores productivos, cuando en realidad, los cuatro gremios que le responden no están emparentados con la producción. Éstos se hallan encolumnados en su totalidad en la facción que conduce Castro.
Es por esto que “La Rucci” le exigiría cargos al gobernador principalmente en el ministerio de Producción que encabeza uno de los hombres de confianza de Scioli, Martín Ferré.
“Y si Quintana se muestra con algún ministro, vamos a ir con los tapones de punta contra él y contra ese ministro”, advirtieron desde ese sector de la CGT platense.
Por otro lado, la reunión con el jefe de gabinete sirvió además para plantearle la preocupación la situación crítica de algunos sectores que están nucleados en la organización sindical y que sufren despidos de manera galopante. Del mismo modo, manifestaron su incertidumbre por la inminente caducidad del Plan Repro, con el que el Gobierno nacional subvenciona una parte de los sueldos de los trabajadores, justamente para evitar despidos.
Como pudo saber este medio, los gremios planean sacar una solicitada el próximo 4 de agosto si sus reclamos no son atendidos por el gobierno de Scioli.
FUENTE: LA POLITICA ONLINE