El objetivo es evitar las PASO. Los intendentes del peronismo buscan definir en consenso, quien encabezará la lista a la gobernación.
El peronismo de la provincia de Buenos Aires encabezado por Fernando Gray, se reunió el sábado pasado en Santa Teresita, para comenzar a delinear la estrategia electoral. Lejos de las definiciones, y con el debate por el posible adelantamiento de fondo, comenzaron a vislumbrarse algunas definiciones acerca de cómo encarar las determinaciones en materia de candidaturas.
Según pudo saber La Noticia Web, durante el encuentro del sábado se propuso la creación de “una mesa” que esté integrada por quienes quieran ser candidatos, a los que se les sumaría “presidente y vice además de alguna otra autoridad partidaria”.
“Nadie planteó que haya PASO. Se va a buscar que no haya interna, los candidatos tienen que salir por consenso”, planteó ante este medio un intendente que formó parte de la reunión. En la tribu de jefes comunales peronistas parecería haber acuerdo para evitar la competencia interna. La estrategia tiene el claro objetivo de no generar un desgaste interno y apuntar las críticas al rumbo de la economía y a la gestión de María Eugenia Vidal, según dejaron trascender. Todavía persiste en el peronismo bonaerense el sabor amargo que dejó la experiencia de competencia interna en el año 2015, entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez.
Los anotados en la pelea son los matanceros Espinoza y Magario, el lomense Insaurralde, el exminitro Axel Kicillof y hombre del interior, Francisco Durañona. A priori, Kicillof (quien no estuvo presente en Santa Teresita) sería el candidato con mayor capacidad para fidelizar los votos del kirchnerismo y que además contaría con la venia de Cristina Kirchner. Sin embargo, los intendentes buscan que sea uno de ellos quien encabece la fórmula. La experiencia histórica refuta la hipótesis de los jefes comunales. El último intendente que accedió al sillón de Dardo Rocha fue Eduardo Duhalde quien tuvo un paso previo por la vicepresidencia de la Nación.
Algunos intendentes del interior miran con desconfianza una eventual candidatura de Kicillof por su perfil de kirchnerista duro y temen dificultades a la hora de hacer campaña. “Nosotros somos el campo y no tenemos la agenda del conurbano”, razonó un intendente que estuvo presente el sábado.
Al mismo tiempo, en el peronismo bonaerense aclaran que las “encuestas” serán un factor decisorio importante.