"Estoy tranquilo y trabajando", dijo Porretti antes de dejar su despacho. Había quedado al borde de la cárcel por supuestas coimas. El gobernador Scioli está preocupado por el tema.
En su segunda aparición pública desde que estalló el escándalo que lo dejó al borde de la detención por un supuesto pedido de coimas, el intendente de Pinamar, Roberto Porretti, tomó distancia de las acusaciones en su contra, aunque sin dar precisiones.
Estuvo en su despacho poco más de dos horas y al salir afirmó: "Que la gente esté tranquila que estamos trabajando. Estoy tranquilo, estoy tranquilo".
Evitó responder a los periodistas que lo rodearon de micrófonos y que le pedían su versión sobre la denuncia en su contra por supuesta extorsión a los dueños de un boliche de la ciudad. Subió a un auto y partió con rumbo desconocido.
Porretti había llegado a la municipalidad poco después de las 7.30. "Vengo a trabajar como todas las mañanas", declaró escuetamente.
EL CASO. Ayer, la jueza Laura Elías, subrogante en el Juzgado de Garantías N° 3 de Dolores, pidió su captura y la de su secretario de Gobierno y Hacienda, Aldo Leonián. Empresarios que regentean el complejo bailable Ku-El Alma, de Pinamar lo denunciaron por extorsión, al igual que al funcionario que es su mano derecha dentro del gabinete municipal.
Porretti evitó quedar preso gracias a un pedido de eximición de prisión presentado por sus abogados. Aunque la solicitud fue rechazada por la jueza, la defensa tiene aún 48 horas para insistir ante la Cámara de Apelaciones.
Leonián no tuvo la suerte de su jefe. Una patrulla lo ubicó ayer por la mañana y fue trasladado a Dolores, donde fue medicado por un cuadro de hipertensión arterial. Anoche se negó a declarar ante la fiscal a cargo de la investigación, Fernanda Hachmann, y seguía detenido.
EN EL CONCEJO. Por otra parte, la situación de Porretti derivó en una inmediata sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de Pinamar para determinar los pasos por seguir en lo inmediato. Por lo pronto los ediles resolvieron conformar una comisión de investigación que analizará la evolución de la causa. La oposición planteó la posibilidad de pedir la destitución del intendente.
PREOCUPACIÓN. La semana del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, parecía acaparada por la crisis de seguridad, pero ayer se agregó un nuevo elemento de preocupación. Si bien se excusó de opinar sobre la situación del intendente y pidió esperar los resultados de la investigación, reconoció que existe preocupación.
"Un episodio de estas características, es evidente que preocupa, que ocurre en plena temporada, en una ciudad como Pinamar, con un intendente nuevo; cómo no va a preocupar", afirmó.