El presidente del partido e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, aseguró que Jorge Romero «debería renunciar» al cargo, y adelantó que en caso de que ello no ocurra pedirá que el partido analice su conducta.
Tras varias semanas en silencio, el peronismo provincial finalmente habló sobre la denuncia de abuso sexual contra el senador provincial de La Cámpora, Jorge “El Loco” Romero.
Fue el presidente del PJ Bonaerense e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quien a pesar de asegurar desconocer la situación del legislador, opinó que “tiene que renunciar a su cargo”. «En caso contrario remitiré el caso al tribunal de disciplina», sostuvo en declaraciones al diario La Nación.
Gray se convierte así en la primera voz institucional en pronunciarse sobre el caso, a más de un mes de la aparición de la denuncia. Días después de la presentación, a través de Twitter, Romero anunció que daría un paso al costado de su “responsabilidad política”, aunque no quedó claro si finalmente dejaría su banca.
«Soy un varón criado en una sociedad patriarcal. Además soy un militante político con responsabilidades. Desde ese lugar, y a la luz del trabajo de visibilizacion que han hecho mis compañeras de la organización donde milito, puedo ver que en el pasado tuve prácticas machistas que en ese momento parecían naturales», publicó el senador en aquel entonces.
Cabe recordar que el legislador fue acusado de abuso sexual por una militante de la organización política en un posteo de Facebook bajo el título de «La Cámpora encubrió, encubre y va a seguir encubriendo a estos abusadores hasta que nosotres dejemos de callarnos».
En su testimonio, contó que en enero de 2017 salió con amigas y amigos y en el trayecto a un boliche se cruzó con Romero. Todos salieron al boliche Kika y luego se trasladaron a la casa de un amigo en común «El Misio» en Caballito.
La joven narró que accedió a tener relaciones con uno de los jóvenes. Al salir, decidió esperar a una de sus amigas que estaba con otro hombre en una de las habitaciones.
«Ahí empezó el calvario, quedé sola con el chico con el que estuvo, El Loco Romero y dos pibes más. El Loco me empieza a decir que yo le tenía que practicar sexo oral a los 3, me encerró en la cocina con cada uno de tomándole el tiempo como si yo fuera una trabajadora sexual que los estaba atendiendo. Ninguno de los pibes que quedaban encerrados conmigo se propasaron, me respetaron el NO», escribió la joven.
«Cuando por fin logro salir de esa cocina, el LOCO ROMERO -las mayúsculas son textuales- me agarra y me encierra en el baño con él, impidiéndome salir. Se baja los pantalones, saca su miembro afuera y me empieza a pedir que le practique sexto oral. Lo cual me negué reiteradas veces y le suplicaba que me dejara salir. Le llegué a prometer que otro día lo hacíamos para que me abriera la puerta, golpee las paredes y la puerta para que alguien me abriera. Nadie me ayudó. Éste no me forzó a que le practicara sexo oral, pero si me insistió y no me dejaba salir del baño. Yo estaba desesperada. Este me abrió la puerta cuando escuchó que el Misio había salido del cuarto con mi amiga».