Los consumidores ejercen, cada vez más, su derecho a defensa ante los reiterados abusos que cometen las empresas, ya sean las que prestan servicios como no. Es una herramienta que tenemos a mano, pero que no estamos acostumbrados a usar.
En el ranking anual 2006 de Adecua, a la cabeza de los reclamos se ubica con el 28,1% la telefonía celular móvil; el 22,3% para la telefonía básica domiciliaria; el 17,2% para los servicios que prestan Internet; el 10% para las empresas de medicina prepaga y el 6,2% refiere a los servicios bancarios.
Porcentajes inferiores reciben los reclamos dirigidos a las empresas de energía; el transporte público de pasajeros; las aseguradoras y las prestatarias de tarjetas de crédito. Adecua atiende reclamos en forma gratuita de lunes a viernes, en el horario de 12 a 18,30 en su sede de Av. Callao 225 en la ciudad de Buenos Aires o a través de su página Web, www.adecua.org.ar, Tel: 4374-0420 y 5420. Para su presidenta, Sandra González “los reclamos se producen porque la gente comienza a tomar real conciencia de que tiene derecho como consumidor y usuario a recibir un mejor trato y un producto acorde a lo pactado”.
Como consumidores no siempre hacemos valer nuestros derechos, cosas que tienen que ver con una costumbre no aprendida, y también con el cansancio que producen los reclamos, creyendo que nunca se nos escuchará del todo, y que en última instancia será una pérdida de tiempo. Parece que esta conducta está empezando a cambiar, y estamos aprendiendo a “consumir nuestros derechos”.
LEY DEL REDONDEO
Los consumidores que desconocen la norma pierden dinero en locutorios, kioscos y otros comercios sin protestar. Con ese monto podrían usar unos 245 pulsos telefónicos al año. Kioscos, almacenes, centros de pagos de servicios, locutorios y hasta supermercados se quedan, día a día, con dinero de sus clientes, en una maniobra no sólo inmoral sino también ilegal.
El redondeo, esa cuenta fácil que se usa en la vida cotidiana para las transacciones comerciales, puede costarle a un usuario promedio un par de zapatillas de marca en un lustro. Un consumidor promedio, con empleo, pierde unos cuantos pesos al año en sus compras por desconocer el uso del redondeo. Así, cada usuario desinformado sobre la ley que lo protege, deja que le "roben" en los comercios, donde en vez de darle vuelto en monedas le dan caramelos, chicles, o un “se lo debo”.
Así, mucha gente desconoce que cuando compra un artículo que vale, por caso, $4,97 y paga con un billete de $5, debería reclamar los 3 centavos. Si el comerciante no tiene cambio el precio final deberá ser rebajado a $4.95. El 22 de diciembre de 2004 se publicó la ley 25.954, modificatoria de la ya reglamentada norma de Lealtad Comercial. Según la ley, las diferencias menores a cinco centavos en transacciones comerciales deben darse a favor del consumidor. Un usuario cuya compra en un almacén es de 0.98 centavos y paga con una moneda de un peso deberá recibir cinco centavos de regreso, si es que el comerciante no tiene cambio; no deberá cobrarle un peso, sino 0.95 centavos, ya que la letra de la ley defiende al consumidor.
Hágale saber a su comerciante que la ley está a su favor. Se puede conseguir la norma completa por Internet, en el sitio web de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor o en las asociaciones de consumidores como Adecua y Adelco.